Margensur (2015: la pesadilla más larga en Veracruz)

Alejandro Saldaña Rosas

Sociólogo. Profesor Investigador de la Universidad Veracruzana

Twitter: @alesal3

2015: la pesadilla más larga en Veracruz

 

La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose

Julio Cortázar

 

A unos días de que termine el año es necesario hacer un recuento exhaustivo de la pesadilla más larga que hemos vivido en Veracruz. Termina, al fin, un año de muerte, desapariciones, golpizas, secuestros, extorsiones, represión, bancarrota de las finanzas públicas, estulticia de quienes gobiernan, pasmo de muchos, resistencia de algunos. Año de sangre y luto, de dolor y rabia que llega a su fin, y con ello, se aviva la esperanza de que el próximo año será mejor. Lo mismo dijimos –soñamos- los últimos días de 2014. No importa, al menos por unos momentos es bien válido y bien necesario soñar con un año menos ominoso que el presente.

            Javier Duarte de Ochoa llega a su último año “al frente” de la entidad veracruzana como el peor gobernador del país, y mire usted que la disputa por tan nefando título estuvo reñida con competidores de notable infamia como Moreno Valle, Beto Borge, Manuel Velasco, Graco Ramírez y Duarte el de Chihuahua. Pero Duarte –el de Córdoba- ganó por una nariz con la última represión a jubilados y pensionados el pasado 23 de diciembre.

            Todo el año, aún más, todo el sexenio duartista ha sido una combinación de frivolidad, ineficiencia, corrupción, desatinos, robo y represión. Aún recuerdo que durante su campaña rumbo a Los Pinos, Peña Nieto puso como ejemplo de los gobernantes del “nuevo PRI” justamente a Javier Duarte. La evidencia es contundente: el “nuevo PRI” es como el viejo, pero más cínico e incapaz.

            El año 2015 inició con el asesinato del periodista Moisés Sánchez Cerezo secuestrado el 2 de enero y cuyo cuerpo –decapitado- apareció el día 24. Hasta la fecha este asesinato permanece impune. Otro periodista, Armando Saldaña Morales, fue asesinado a balazos el 4 de mayo en la frontera entre los estados de Veracruz y Oaxaca. Este asesinato sigue impune. Juan Mendoza Delgado, desapareció el 1 de julio y horas más tarde se encontró su cuerpo en una carretera; supuestamente murió atropellado pero ni los familiares ni compañeros del gremio aceptaron la versión oficial de la Fiscalía de Veracruz. El 31 de julio fue asesinado en la ciudad de México Rubén Espinoza Becerril, junto con Nadia Vera, Alejandra Negrete, Yesenia Quiroz y Mile Martin. Rubén y Nadia habían salido de Veracruz por amenazas del gobierno duartista. Este crimen sigue impune. Otros periodistas fueron amenazados y golpeados: Karlo Reyes fue golpeado y despojado de su equipo de trabajo el 15 de septiembre, el 18 Verónica Danell denunció que era acosada en su domicilio. Melissa Díaz, Roger Martínez, Norma Trujillo, Raziel Roldán e Ignacio Carbajal son algunos de los periodistas que también han sufrido hostigamientos, amenazas, robo de su equipo de trabajo y/o golpes. Veracruz es el lugar más peligroso del mundo para el periodismo.

            El 5 de junio ocho estudiantes de la Universidad Veracruzana que celebraban un cumpleaños fueron salvajemente golpeados por un comando parapoliciaco. La Secretaria de Seguridad Pública, encabezada por Arturo Bermúdez Zurita, se deslindó inmediatamente de este hecho. La Fiscalía de Luis Ángel Bravo Contreras prometió investigar “hasta las últimas consecuencias”. Este delito permanece impune.

            Para las mujeres veracruzanas el año 2015 ha sido atroz: más de 95 feminicidios, más de 156 desaparecidas forzadamente, acoso sexual, violencia doméstica y un sinfín de agravios en contra de niñas, jovencitas, mujeres de todas las edades y clases sociales. Pese a la evidencia, la Alerta de Violencia de Género no ha sido declarada. Ser mujer en Veracruz es vivir en el miedo.

            En las carreteras la inseguridad campea, sobre todo en el sur del estado. Robos y violaciones ocurren prácticamente cada semana, sin que las autoridades hayan logrado frenar a los delincuentes, lo que pone en evidencia su incapacidad o su colusión (o ambas). La zona montañosa de Córdoba y Orizaba se ha convertido en una de las más violentas por el número de secuestros, asesinatos, robos, extorsiones y violaciones.

            Por el lado del comportamiento económico los resultados son negativos.. De acuerdo al Semáforo Económico Estatal, en Veracruz prácticamente todos los rubros están en rojo: crecimiento económico, generación de empleo, productividad, pobreza laboral, exportaciones (pese a contar con el puerto más grande del país), deuda pública, informalidad, diversificación laboral y desigualdad. Aquí la información: http://www.mexicocomovamos.mx/estatales/veracruz/

            El gobierno de Duarte le debe prácticamente a todos los veracruzanos: a becarios, a la Universidad Veracruzana (más de 2 mil millones de pesos), a pensionados (aún no paga bonos ni retroactivo), a empresarios y proveedores. La deuda pública de Veracruz es de más de 72 mil millones de pesos y Javier Duarte ocupa el deshonroso título del gobernador que más ha endeudado al estado.

            Podríamos seguir con la lista de agravios, desfalcos y desatinos, pero con lo dicho es suficiente para bosquejar la larga pesadilla que ha sido este año y que podemos sintetizar en pocas palabras: pobreza, violencia y represión. Ahora bien, seríamos ingenuos si suponemos que estos hechos están desvinculados o que obedecen solo a la corrupción y la incapacidad de un gobernante. Sin quitar méritos a Duarte, es claro que esto responde a una estrategia de sometimiento a la población, de ruptura del lazo social, de desestructuración de los vínculos comunitarios, de sometimiento de las rebeldías rurales y urbanas. Se trata de vulnerar y someter a la población para ocupar su territorio: tierras, playas, bosques, ríos, montañas, cañadas, pueblos, calles, ciudades. Se trata de doblegar a los veracruzanos a través del miedo para imponer a rajatabla la privatización de la educación y los sistemas de salud, los proyectos de minas, hidroeléctricas, y especialmente la extracción de hidrocarburos a través de la fractura hidráulica, es decir, fracking.

            Despidamos el año 2015, el de la pesadilla para los veracruzanos, con la esperanza que da la lucha de los campesinos, las mujeres, los jubilados, los indígenas, los estudiantes, los maestros, los universitarios, los periodistas honestos, los trabajadores todos. No hay mejor futuro que el de la organización y la lucha por la defensa de nuestro territorio y nuestros derechos.

            Bienvenido el 2016, con la esperanza de que como dijo Machado, “hoy es siempre todavía”.