Viviendo la soledad

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Claudia Soriano Segoviano. Psicoterapeuta Gestalt y Psicocorporal

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Viviendo la soledad

                                                                                                                               “La soledad es a veces la mejor compañía, y un corto retiro trae un dulce retorno”

                                                                                                                                                                                                                         John Milton

 

 

Existimos muchos tipos de personas, sin embargo me ha tocado conocer más personas que padecen la soledad que quienes la disfrutan. Es como si el sentimiento de soledad fuera una de las causas que más angustia genera. El título de mi artículo se refiere a vivir la soledad y disfrutarla, no a sobrevivirla o padecerla.

¿Cuántas cosas has hecho por miedo a la soledad de las que después te arrepentiste? ¿Cuántas te has dicho que no repetirás y vuelves a caer en la trampa? Para algunos, la soledad es no tener a alguien con quien salir y compartir historias. Para otros, la soledad tiene que ver con la necesidad de sentirse amado.

La soledad es un espacio necesario y saludable porque nos permite conectarnos con  nuestros deseos, sentimientos, pensamientos, palabras… con nosotros mismos. La soledad nos ayuda a reforzar nuestra autoestima, pues nos permite conocernos y darnos cuenta de que nos gustamos y disfrutamos de nuestra propia compañía. Sin embargo, en infinidad de ocasiones, impulsados por el miedo de quedarnos solos, nos encadenamos a una serie de rupturas sentimentales, buscando el amor como una especie de salvación.

Cuando el miedo a sentirte o estar solo crece, muchas veces se vuelve incontrolable y provoca un alto nivel de angustia, es decir, lo que era un miedo natural, se trasforma en una incapacidad de estar a solas (a esto se le llama autofobia). La persona que padece autofobia, tiene sensaciones de temor y ansiedad, acompañada de pensamientos persistentes de miedo al abandono y/o pérdidas de sus seres queridos. Esto puede llegar al extremo de no poder quedarse o estar solo en casa, llevando a la persona a crear vínculos afectivos de codependencia, para no estar solo y hacer lo que sea por el otro, para evitar ser abandonado.

Lo ideal de elegir estar en pareja es para compartir la vida, y no para afirmar quiénes somos. Para ello es muy  importante aprender a vivir y a disfrutar de los momentos de soledad como algo placentero, lo que contribuye a una relación saludable, con nosotros mismos y con quienes nos relacionamos. Es en el silencio de la soledad, donde están las respuestas a tus propias preguntas y replanteamientos. Tan importante es disfrutar y valorar los momentos de soledad, como de los momentos en compañía.

Si es que no has sabido disfrutar de estar contigo mismo, hay algunas cosas que te pueden ayudar para empezar a hacerlo. Me parece que lo primero es identificar todas esas creencias limitantes que hemos introyectado en nuestra vida, y que nos hacen pensar y sentir que si estamos solos, algo no está bien con nosotros. Por ejemplo, que “no es bueno estar sola o solo”, que “con el carácter que tienes nadie te va a aguantar” y entonces la soledad será ese “mal destino que te acompañará”, o que estás sola o solo porque “nadie te quiere”, en fin, tantas frases que cada quien puede tener tan arraigadas, y que es importante identificar para modificar esas creencias que nos limitan.

Hacer espacio en nuestra vida para pasar tiempo con nosotros mismos, es algo muy importante también. ¿Qué te gusta hacer? ¿De cuáles cosas disfrutas? ¿Qué planes y proyectos tienes para ti?

Descubre o redescubre esas actividades que disfrutas mucho realizar, y que posiblemente has dejado de lado a lo largo de tu vida. Viajar, leer, bailar, andar en bicicleta, pintar, estudiar, patinar, cocinar, en fin tantas posibilidades, y realízalas sólo para ti, disfrutándolo y sabiendo que estás con la mejor de las compañías, la tuya. Date las cosas que te gustan, sabiendo y sintiendo que te las mereces por ser la persona que eres.

Una de las frases más significativas de la filosofía universal, que surgió en Grecia y que habría estado escrita en el pórtico del templo a Apolo en Delfos, dice: “conócete a ti mismo y conocerás a los dioses y al universo”.

Considera que sólo habiendo disfrutado de tu propia compañía, serás capaz de disfrutar plenamente de la compañía de los demás.

Si sientes que un proceso terapéutico te vendría bien en este momento de tu vida, mándame un mensaje de whatsapp al 5522558651 para hacer una cita.

 

 

 

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