Falta de memoria y cinismo

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J. Jesús Esquivel

Corresponsal de la revista Proceso en Washington

@JJesusEsquivel

 

 

 

Falta de memoria y cinismo

 

Washington – La comparecencia de Jeff Sessions, procurador General de Justicia, ante el Comité de Inteligencia del Senado, abrió más interrogantes y dudas sobre la inocencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su complicidad con los rusos.

Escudándose en el privilegio ejecutivo del que goza Trump, y en el acuerdo de confidencialidad que hizo con su jefe, Sessions se negó ante el Comité a decir si habló o no con el presidente sobre la investigación que realiza el FBI del escándalo ruso.

“No he cometido nada inapropiado”, afirmó Sessions ante los legisladores que lo cuestionaron en la audiencia pública celebrada este martes en el Capitolio.

La negativa del Procurador General de Justicia a contar lo que ha hablado con Trump respecto a la investigación autónoma que lleva a cabo el Departamento de Justicia sobre el asunto ruso, no contribuye a regenerar la credibilidad que tanto ha perdido la Casa Blanca; por el contrario, Sessions, quien además incurrió en la falta de memoria para hablar abiertamente del asunto, provocó más sospechas sobre lo que podría estar ocultando la Casa Blanca de la relación del presidente con los rusos.

La pesquisa autónoma del Departamento de Justicia que dirige el exdirector del FBI, Robert Mueller, y la de los Comités de Inteligencia del Capitolio, pretenden determinar si hubo o no complicidad entre el gobierno de Rusia y la campaña presidencial de Trump, para manipular a favor de este último las elecciones presidenciales del 2016.

A Sessions, en la audiencia, se le recordó que el año pasado fue posible que viera y platicara con Sergei Kislyak, el embajador ruso, durante una conferencia sobre política exterior celebrada en Washington, la cual, por cierto, no mencionó Sessions cuando se excluyó de la investigación del Departamento de Justicia.

“No recuerdo haber conversado con el embajador”, declaró en un momento Sessions, “y si ocurrió no recuerdo el contenido”, mencionó en otro, durante la audiencia.

Es de llamar la atención la falta de memoria de Sessions.

¿Cómo puede un Procurador General de Justicia olvidar si vio o si habló con el embajador de Rusia hace poco más de un año?

¡Se trata del embajador de Rusia, no del de México!, señor Sessions.

La falta de memoria del Procurador General de Justicia de Estados Unidos exhibe dos cosas: la primera, que Trump se equivocó en elegirlo como fiscal general de la nación. No es posible que, en un puesto tan importante del gobierno federal, Trump coloque a alguien que padece Alzheimer. ¿Quién puede confiar en él, así? Y la segunda, que Sessions es un cínico al ponerse a jugar al desmemoriado bajo juramento y ante un comité legislativo.

Si está mintiendo, como muchos sospechan, Sessions podría estar cometiendo el grave delito de perjurio.

La nube de dudas y sospechas sobre el caso Rusia continúa amenazando con una gran tormenta política a la Casa Blanca del multimillonario presidente que se siente emperador, Donald Trump.

 

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