El olfato y sus memorias

 

 

 

 

El olfato y sus memorias

 

“El olfato es un poderoso mago que te transporta a través de miles de kilómetros y a través de todos los años que has vivido”.

Helen Keller

 

Es inevitable… vamos caminando por la calle y de pronto percibimos en el aire un aroma que inmediatamente nos remite a una persona, situación o vivencia significativa y nos trae recuerdos de manera inmediata con las emociones que sentimos en aquel momento.

El sentido del olfato es muy poderoso y también el más sensible. Esto se debe a que, por ejemplo, mientras el gusto y el tacto viajan por nuestro cuerpo a través de las neuronas y la espina dorsal antes de llegar al cerebro, el olfato es el único que va directamente a nuestra corteza cerebral y, por lo tanto, es el más rápido de todos nuestros sentidos. Se dice que podemos reconocer hasta 10 mil olores distintos.

Los olores nos hacen revivir momentos felices de nuestra vida y también desagradables. Nuestro olfato nos permite pasar de lo sensorial a lo experimental, ya que tiene una gran conexión con la memoria.

La explicación de esto es porque el bulbo olfatorio está en el sistema límbico, que es el lugar del cerebro donde se procesan los recuerdos y las emociones, actuando los olores como un despertador de recuerdos y emociones intensas.

Según estudios recientes sobre el olfato y las emociones, para tres de cuatro personas, los olores tienen mucha importancia en las relaciones personales. Un gran porcentaje de nosotros rechazaríamos a una persona por su olor, mientras que un menor porcentaje lo haría por su aspecto físico.

Lamentablemente, un dos por ciento de la población padece anosmia, una deficiencia sensorial que le impide disfrutar de todo un mundo de aromas.

En mi caso, mis olores favoritos son el del café recién molido, el de las guayabas, el de la tierra mojada y el de las mazorcas de maíz asándose. Desde muy pequeña siempre andaba oliendo todo y tengo ese sentido muy desarrollado.

Las preferencias por los aromas varían en cada persona. Sin embargo, existe una clara preferencia por los olores de las flores y la naturaleza ya que tienen un efecto estimulante en el estado de ánimo.

Cada persona tiene un olor característico, este dependerá de su alimentación, el clima donde viva, el consumo de fármacos y las hormonas propias de su sexo. La combinación de estos y otros factores da como resultado un determinado olor que define a esa persona.

Una gran parte de las personas consideramos que el aroma es una de las principales armas de seducción. El perfume para muchos se ha convertido en una seña de identidad.

Hace más de medio siglo se descubrieron las feromonas, unas sustancias químicas secretadas tanto por animales como por humanos, que se utilizan como medio de comunicación y que se asocian con una irresistible atracción sexual. Los humanos emiten estas sustancias a través de la orina, el sudor y las secreciones glandulares. Estas sustancias son capaces de producir cambios en el comportamiento del receptor de dichos mensajes.

Muchas y muchos de ustedes habrán leído la novela El perfume, escrita por Patrick Süskind. En ella, la obsesión del protagonista Jean-Baptist Grenuille por fabricar el perfume más singular y sublime, el del ser humano, lo llevó a convertirse en un asesino para robar el aroma de ciertas doncellas.

Hay todavía mucho qué investigar y conocer para poder entender mejor la enorme importancia de la memoria olfativa y su influencia en nuestras emociones. Nuestra percepción del mundo, las personas que nos rodean, lo que nos atrae, los alimentos que comemos, los lugares que visitamos, cada cosa que hacemos, de todo ello nos llegan aromas que nos emocionan.

Y tú, ¿qué aromas identificas que han quedado profundamente grabados en tu memoria?

Ven a conocer más de ti. Inicia un proceso terapéutico, me encantará acompañarte. Puedes mandarme un whatsapp o llamarme al 5522558651.