Peligran energías limpias en EUA tras triunfo de Trump
Por Jerónimo Ortiz
A pesar del importante avance realizado en materia de energías limpias, expertos han advertido que tras la elección de Estados Unidos, este proceso podría comenzar a revertirse.
La victoria de Trump pone en riesgo las políticas energéticas sostenibles, ya que durante su campaña prometió abolir el plan impulsado por el actual presidente Barack Obama: “Clean Power Plan” (Plan para Energías Limpias), reconocido como el mayor esfuerzo realizado para contrarrestar el progreso del cambio climático.
Algunas de las cifras del progreso obtenido incluyen un crecimiento del 40% de energía eólica y hasta 557% en energía solar, logrando en muchos casos evidenciar como obsoletas a las plantas basadas en el consumo de carbón.
Un análisis realizado por el Georgetown Climate Center en 19 estados de EUA, anunció un “giro dramático” hacia la utilización de energías limpias, promovido por las preocupaciones tanto económicas como medioambientales que actualmente enfrenta el planeta.
A pesar de estos avances, Trump ha argumentado a favor de la “independencia energética americana” y la eliminación de programas que fomentan las energías limpias debido a la falta de “efecto cuantificable en relación con el clima de la tierra”.
De igual manera, el presidente electo de los Estados Unidos ha cuestionado la veracidad del calentamiento global causado por humanos, y está considerando a ejecutivos de empresas de energías fósiles y negacionistas del cambio climático para ocupar puestos administrativos durante su gobierno.
Tal es el caso de Myron Ebell, el principal representante de la futura administración norteamericana que tomará la dirección de agencias federales dedicadas al tema del cambio climático y las políticas medioambientales.
Ebell es uno de los más grandes opositores que ha enfrentado el “Clean Power Plan”, desarrollado por el “Enviromental Protection Agency” (Agencia de protección medioambiental), y que con sus estrictas regulaciones, busca reducir las emisiones de carbono en la generación de electricidad, lo que resultaría en el cierre de muchas plantas de energía basadas en la quema de carbón. Asimismo, afirmó que tenía la esperanza de que el futuro presidente deshiciera las regulaciones para plantas de electricidad desarrolladas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) debido a lo dañinas que eran para la economía.
Esto resulta particularmente preocupante, ya que tanto estados republicanos, como demócratas, han priorizado las energías renovables y su capacidad para generar empleos.
