Alejandro Saldaña Rosas
Sociólogo. Profesor Investigador de la Universidad Veracruzana
Twitter: @alesal3 / Facebook: Compa Saldaña
Universidad Veracruzana: a seguir movilizados
La ofensiva del gobierno de Peña en contra de la educación pública es evidente e instrumentada a través de diferentes vertientes: la mal llamada “reforma educativa” (que en realidad es el formato institucional de la violencia laboral de Estado contra el magisterio), la vulneración de la vida institucional del IPN, la reducción presupuestal a la educación superior, entre las más evidentes. Y desde luego, la asfixia financiera a que ha sido sometida la UV por parte de Javier Duarte, operador político de Peña. Ante este nefando escenario, universitarios de diferentes instituciones han decidido impulsar acciones para defender a la educación superior pública.
El 16 de mayo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y la Asamblea Interuniversitaria convocan a un gran paro nacional en contra de las reformas educativas neoliberales y en defensa de la educación superior. La convocatoria es apoyada por estudiantes y académicos del IPN, UACM, UNAM, UPN, UAEMex, UACH, UABJO, UAEM, y desde luego que la comunidad universitaria de la Universidad Veracruzana (institución en la que trabajo) debe sumarse con todo su empuje.
Cada institución tiene su agenda propia pero es clara la necesidad de que la resistencia y la lucha se articulen en un plano nacional. En esta perspectiva se inscribe la convocatoria al paro.
Para la UV es un momento decisivo: la existencia misma de la institución está en peligro. Los argumentos para sumarnos a la movilización (paro) nacional son contundentes: las diferentes iniciativas impulsadas por las autoridades universitarias para obligar al gobierno de Javier Duarte a que pague lo que debe han sido loables, pero infructuosas. El adeudo no sólo no ha sido pagado sino que crece día con día; además, el calendario de pagos pactado no se ha respetado.
En otras palabras, el gobernador sigue eludiendo su obligación y por ende violando el derecho a la educación, y lo más grave: el deterioro de la UV se profundiza. El reportaje del periodista Noé Zavaleta, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, deja bien en claro el deterioro del patrimonio y la infraestructura universitaria (puede usted consultarlo en la siguiente liga: http://www.proceso.com.mx/439895/frena-uv-obras-programas-academicos-impagos-javier-duarte).
Entre la comunidad universitaria de la UV hay molestia, desesperación, rabia incluso. El trabajo de muchos años de académicos que han logrado financiamientos para impulsar proyectos de investigación científica, humanista, social, se está perdiendo: equipo costosísimo que está convirtiéndose en chatarra, congresos que han debido suspenderse o limitarse, programas educativos en riesgo de perder las acreditaciones que tanto esfuerzo han costado, intercambios científicos en suspenso, movilidad estudiantil reducida a muy pocos estudiantes, etc. Pero la irritación no se debe solamente al deterioro de las condiciones de trabajo y de estudio, obedece también a la ineficacia de las acciones emprendidas para resarcir el daño ocasionado a la institución. Digámoslo bien claro: las iniciativas de las autoridades y de la comunidad de la UV no han dado resultado.
Las acertadas medidas de orden jurídico (denuncias, amparo) llevan tiempo en resolverse; el apoyo de decenas de rectores y de la ANUIES no ha hecho mella en Duarte, el cabildeo con diputados y senadores ha sido importante pero insuficiente, las más de sesenta mil firmas exigiendo el pago inmediato que entregamos al gobernador (exigencia que no ha respondido, violando la ley) no han tenido efecto. Todas estas acciones han tenido un alto impacto mediático, sin duda, pero han sido totalmente ineficaces: la UV, el futuro de millones de jóvenes está en entredicho.
Las únicas acciones que han tenido algún resultado son las marchas que organizamos en todas las regiones donde la UV tiene presencia, la del 26 de febrero (convocada por el Colectivo en Defensa de la UV) y la del 10 de marzo (convocada por las autoridades universitarias). Movilizando a la comunidad universitaria logramos que Duarte al menos diera un abono chiquito de 40 millones de pesos. Y después de eso, nada. Pasa el tiempo y la deuda crece.
Desde mi punto de vista, que es compartido por muchos otros compañeros, el Consejo Universitario General (CUG) cometió un grave error al llamar a una suerte de veda al acordar que durante el periodo de las campañas electorales la comunidad universitaria no realizaría movilizaciones para evitar que los partidos pudieran aprovechar y sacar raja política. Ningún acuerdo del CUG puede estar por encima de nuestros derechos constitucionales. El Colectivo en Defensa de la UV (al que pertenezco) ha realizado acciones en plena “veda electoral”: la mesa de opinión con los candidatos a gobernador (el día 11 de abril) y próximamente un ejercicio ciudadano similar con los candidatos a diputados el próximo 12 de mayo a las 5 de la tarde en la Universidad de Xalapa.
Como universitarios, como ciudadanos, reivindicamos nuestro derecho a organizarnos y a manifestar nuestras ideas, siempre de forma pacífica y en apego a la ley. Reivindicamos nuestro derecho a defender a la UV, independientemente de las campañas políticas. Subordinar la Universidad a los tiempos electorales no sólo es un grave error político, sino también significa doblegar a la institución ante los agresores que pretenden acabar con ella. Y eso es absolutamente inadmisible: ¡debemos luchar por nuestra institución! ¡Los veracruzanos están con nosotros! ¡Los rectores de las universidades mexicanas apoyan nuestra lucha! ¡Miles de colegas académicos de todo el mundo están de nuestro lado! ¡Miles de universitarios de otras instituciones (UNAM, UAM, IPN, UACM) se han manifestado en las calles apoyando a la UV! ¡Cientos de artistas e intelectuales mexicanos claman en defensa de la UV! ¡El país entero nos apoya! Si nuestra lucha es justa y tenemos el apoyo de millones de personas, ¿por qué persistir en medidas de alto impacto mediático, pero nula eficacia?
El Consejo Universitario General está a tiempo de rectificar su anterior acuerdo. La Universidad Veracruzana, con más de setenta años de historia, hoy está seriamente amenazada y resulta desatinada –por decir lo menos- la suspensión de toda movilización por una campaña electoral que dura unos cuantos días. No debemos temer a que nuestra movilización pueda ser “usada” por los partidos políticos, ni por ningún candidato. Y no debemos temer porque simplemente estamos ejerciendo nuestros derechos ciudadanos a la libre expresión de las ideas, a la organización, a la manifestación (artículo 6º constitucional).
Es claro que debemos estructurar un plan de lucha a corto, mediano y largo plazo. Por lo pronto, es muy importante que nos sumemos al paro nacional del 16 de mayo. Participemos ACTIVAMENTE en el paro a través de una movilización pacífica, igual a la que hicimos el día 26, mismos recorridos, mismas instrucciones.
Lunes 16 de mayo, a las 4 de la tarde. Salimos de Economía, Psicología y Zona UV. Marcha pacífica, sin consignas a favor o en contra de ningún partido o candidato, sin banderas partidistas ni presencia de candidatos.
O damos un paso al frente o las generaciones venideras nos recordarán como los universitarios que permitimos la contracción y el debilitamiento de esta gran institución, nuestra Universidad Veracruzana.
