Reuniones a modo de Claudia Ruiz Massieu

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J. Jesús Esquivel

Corresponsal de la revista Proceso en Washington

@JJesusEsquivel

 

Reuniones a modo de Claudia Ruiz Massieu

Washington – El viaje de trabajo de tres días que hizo a Washington la canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, fue un ejemplo más del meticuloso estilo priista que impuso su tío Carlos Salinas de Gortari, para hablar y reunirse solamente con quienes hablen bien del gobierno mexicano y evitar a personajes incómodos.

La imagen caótica que tiene México ante el mundo debido al descrédito del presidente Enrique Peña Nieto, ilustrado en los casos de conflicto de interés, como el de la Casa Blanca, la infinidad de casos de corrupción, masacres, desaparición de estudiantes, fugas de narcotraficantes (“El Chapo” Guzmán), amén de las más atroces violaciones a los derechos humanos que se cometen todos los días, obligó a la canciller Ruiz Massieu, a evitar reuniones con personas o instituciones que le hablaran de ello.

La agenda de trabajo de la canciller, que por cierto habla muy bien inglés, inicio con una reunión en la embajada de México en Washington, con organizaciones académicas y los llamados mexicanólogos. Ya es tradición que estas agrupaciones y mexicanólogos complazcan a funcionarios mexicanos con preguntas a modo y conversaciones anodinas. En esa reunión, por ejemplo, estuvo presente Duncan Wood, director del Instituto México del Centro Académico Woodrow Wilson Center. Este Instituto recibe una aportación de 75 mil dólares al año por parte del gobierno de Peña Nieto, dinero que bien se podría invertir en una institución educativa mexicana en México.

Es cierto, la sobrina del expresidente de México y emblema de la corrupción más burda y escandalosa de la que se tenga memoria, fue a la Casa Blanca para entrevistarse con Susan Rice, la jefa del Consejo de Seguridad Nacional del gabinete de Barack Obama, pero de lo que se dijo allí, la cancillería no difundió nada.

Rice posiblemente haya abordado con Ruiz Massieu los problemas de seguridad nacional referentes al tema del narcotráfico, y por el temor de que entre un terrorista islámico a los Estados Unidos por la frontera norte de México. El tema de la corrupción e impunidad en el gobierno de Peña Nieto, es posible que Rice no lo hablara con Ruiz Massieu. Los ojos del gobierno de Estados Unidos están puestos en otra región del mundo, no en América Latina y menos en México.

Estuvo también en un evento cuyo anfitrión fue el Vicepresidente Joe Biden, pero no tuvieron una conversación formal de nada; la canciller mexicana fue una más de la bola, eso sí, hubo desayuno con los embajadores de los países miembros del Consejo de Seguridad de la OEA, y con el Secretario General, Luis Almagro. En la OEA es regla de oro no criticarse entre naciones. La OEA es una institución multilateral que no funciona para los propósitos de democracia del hemisferio.

Ruiz Massieu fue recibida por Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y por otros funcionarios de la institución encargados de la región centroamericana y la Alianza del Pacífico. Un evento en el BID es como una visita de Peña Nieto a su tierra, Atlacomulco.

El martes 15, la canciller Claudia Ruiz Massieu cenó con Jeh Johnson, secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, quien posiblemente le exigió más garantías de seguridad en la frontera norte mexicana. De eso tampoco nos reportó con puntualidad a los corresponsales mexicanos acreditados en Washington, la SRE.

Este miércoles 16, antes de volver al DF, Ruiz Massieu atestiguó en el consulado de México en Washington la emisión del nuevo pasaporte. Este acto fue totalmente orquestado para el lucimiento de la titular de la SRE, después del escándalo por la ineficacia y las triquiñuelas que nunca se aclararon, de la empresa que contrató la cancillería para emitir los nuevos pasaportes.

La cereza del pastel de la visita de trabajo de Ruiz Massieu a Washington fue la reunión en el Departamento de Estado con John Kerry. El Secretario de Estado, que está más preocupado por lo que ocurre en Siria y por las elecciones presidenciales en su país, atendió a Ruiz Massieu en el marco protocolar de sus obligaciones como encargado de la política exterior del gobierno de Obama.

Fue destacable que el lunes 14, en un foro organizado por el Instituto de Política Migratoria (MPI), ¡oh casualidad!, celebrado en el Woodrow Wilson Center, la canciller Claudia Ruiz Massieu hizo llamados para acabar con la xenofobia, el odio y los estereotipos negativos para con los inmigrantes: “es nuestra obligación confrontar a esta tendencia y pensar en soluciones proactivas en lugar de inculcar miedo y odio”, declaró Ruiz Massieu en el auditorio medio vacío, o medio lleno, del Woodrow Wilson Center… Casi lleno diría la SRE.

Fue claro que su mensaje en el foro del MPI estaba dirigido a Donald Trump, el empresario multimillonario aspirante a la nominación presidencial del partido republicano, quien señala a los inmigrantes mexicanos de narcos, violadores y criminales. Lástima que la también sobrina de Raúl Salinas de Gortari no tuvo el valor de mencionar al empresario racista por nombre y apellido.

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Comentario 1
  • Yair Jiménez

    ¿Cómo que "la imagen caótica que tiene México... fue la cortina de humo de Ruiz Massieu para evitar reuniones con personas o instituciones que le hablaran de ello"?. No está claro.

    Saludos.

    Responder
    17 diciembre, 2015

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