La Jungla, un desastre humanitario en Francia

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Por Manuel Ortíz Escámez.

Tras los ataques terroristas del 13 de noviembre del 2015 en París, los países europeos han reforzado el control de sus fronteras, lo que ha empeorado la ya de por sí severa crisis de los refugiados procedentes de África y Medio Oriente. Uno de los ejemplos más significativos es el campamento La Jungla, localizado en la norteña ciudad de Calais, Francia, en la casi frontera con Inglaterra, en el Canal de la Mancha.

En La jungla hay entre 5 y 6 mil refugiados de África y Medio Oriente viviendo en tiendas de campaña o frágiles casas de plástico, cartón y madera. Estas personas llegan hasta aquí buscando cruzar hacia el Reino Unido, en donde regularmente los esperan familiares o conocidos.

Un reciente informe de la Universidad de Birmingham, describe como infrahumanas las condiciones del campamento, en donde solamente hay una letrina por cada 70 habitantes y se recibe una sola comida al día. Otro reporte de la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR), fechado en marzo del 2015, denuncia que los habitantes de este lugar son forzados a vivir en condiciones deplorables, con 30 tomas de agua potable para más de tres mil personas, 60 regaderas, 20 sanitarios e insuficiente atención médica. Miembros de la prestigiosa organización Médicos sin Fronteras, ven al lugar como una tragedia humanitaria.

De acuerdo a Mohammad Zaed, ---refugiado sirio de 24 años--- el problema de hacinamiento en La Jungla se ha agudizado con los ataques en París debido a que el cruce hacia Reino Unido se ha vuelto casi imposible por el aumento de la vigilancia en la frontera. Según Zaed, radiólogo de profesión, dichos ataques en París también han contribuido a que aumente drásticamente la estigmatización y el rechazo hacia los refugiados.

Manuel Ortiz Escámez es director del Laboratorio Multimedia para la Investigación Social en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

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