Palabra Crítica (9 de octubre 2015)

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Héctor Javier Sánchez

Investigador Titular, Colegio de la Frontera Sur (Ecosur)

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde el año 2000

Conductor titular @MiradaCriticaTV

 

 

 

 

 

Ayotzinapa: un año más. Algunas voces de desencuentro sobre las y los muchos no encontrados en el país. ¿Cuántas desapariciones forzadas a manos de policías, ejército, marina, y otras fuerzas del Estado hay en el país? ¿Cuántas y cuántos están aún como desaparecidas/os en fosas clandestinas, tirados en el mar, ríos, lagunas? Desafortunadamente, no lo sabremos, sólo sí sabemos que en muchos de esos casos, el gobierno y los integrantes de la élite política y hasta empresarial, actuaron activa o pasivamente en dichas desapariciones –y asesinatos. ¿Resultado? Impunidad. ¿Ejemplos? Tlatelolco, Jueves de Corpus, los desaparecidos de la guerra sucia, Aguas Blancas, San Fernando, Acteal, Salvárcar, Allende, Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato e Iguala, por citar los más conocidos. En todos estos casos, más que llegar a la verdad, como escribe Rene Delgado (periódico Reforma), lo que se busca es el control de daños. En el caso de Ayotzinapa, Enrique Peña Nieto (EPN) primero sostuvo que la agresión no era su problema, luego vino el ya supérenlo formulado en Coyuca de Benítez a principios de diciembre.

Un segundo “encuentro” con los padres de los normalistas acaba de tener lugar. Un encuentro hiper controlado con EPN en el Museo Tecnológico, a puerta cerrada, sin medios de comunicación que dieran cuenta de lo que ahí se trató. El vocero Eduardo Sánchez dio a conocer los siguientes puntos a los que se comprometió EPN:

  1. Ordenó crear una fiscalía especializada para la búsqueda de personas desaparecidas.
  2. No dar carpetazo al expediente y mantener abierta cualquier línea de la indagatoria, tope donde tenga que topar. Investigar todos los hallazgos y posibles responsables que arroje la averiguación e incorporar las recomendaciones y líneas de investigación propuestas por el grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En este sentido, la Procuraduría General de la República (PGR) deberá integrar un equipo de peritos del más alto nivel para analizar los hechos ocurridos en el basurero de Cocula. En este grupo podrá participar, si así lo decide, el experto forense José Torero.
  3. En los puntos en los que hay contraste entre el informe de los expertos de la CIDH y la investigación de la PGR, se dispuso un tercer peritaje.
  4. Esclarecer qué fue lo que ocurrió de manera individual con cada uno de los desaparecidos. La Secretaría de Gobernación y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas asegurarán el acceso a los afectados, a los mecanismos de atención y se garantizarán los cuidados médicos a todos los lesionados de los sucesos de septiembre de 2014, aunque, según el vocero, los familiares de los desaparecidos han recibido asistencia jurídica, sicológica y médica, incluida la instalación de una unidad de salud en la normal de Ayotzinapa.

 

  1. Analizar de manera rigurosa y con prontitud (aunque sin fijar un plazo) los ocho puntos del pliego petitorio que le hicieron llegar los padres de los normalistas.

 

  1. Que EPN está del mismo lado de los padres: “Ustedes y yo buscamos lo mismo: saber qué pasó con todos y cada uno de sus hijos: busquemos juntos la verdad”.
  2. Su numeralia: 111 personas detenidas (52 policías municipales de Iguala, 19 de Cocula y 40 vinculados a la delincuencia organizada en Guerrero), así como el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, señalados como los autores intelectuales de este crimen (no se dijo nada del exgobernador de Guerrero, del exprocurador Murillo Karam y de los militares del 27 batallón). 664 dictámenes periciales. Se han analizado 135 muestras de ADN y recabado 577 declaraciones ministeriales; 6,770 patrullajes de búsqueda, 255 sobrevuelos y 94 operaciones en aviones no tripulados.

Según José Miguel Vivanco (Human Rights Watch, citado por Jorge Ramos en Reforma): "Está documentado" que el Ejército y la policía federal (PF) "estuvieron plenamente informados de lo que estaba pasando en tiempo real" gracias al C4 (un sistema central de comunicaciones de acceso restringido a las fuerzas de seguridad). Además, "fueron agentes de la PF los que interceptaron al quinto autobús donde iba un grupo de estudiantes que lograron huir y todos salvaron su vida. Ese quinto autobús luego desaparece y no quedaron rastros de su paradero en la investigación de la PGR".

La voz del Equipo Argentino de Antropólogos Forenses (EAAF): 41 casquillos percutidos por la misma arma, sembrados debajo de una misma piedra en Cocula y luego integrados a la averiguación de la PGR: “El EAAF no puede tener certeza del origen y/o vinculación de los indicios recolectados el día 15 de noviembre de 2014 con los eventos investigados… El sitio quedó por un tiempo prolongado sin custodia y/o seguridad, y los peritos del EAAF no estuvieron presentes en esa que era ya la segunda intervención, por lo que no pueden dar fe de que estos indicios recolectados en el lugar, y que no fueron hallados en la 1ª intervención realizada entre los días 26 de octubre al 6 de noviembre del mismo año…”.

La voz de los padres después de la reunión con EPN: Otra vez, reacción de profunda decepción y enojo. En el marco de su ayuno de 43 horas en el Zócalo, Carmen Mendoza, madre del normalista Jorge Aníbal Cruz, dijo: “Esa gente tiene la sangre helada. Su mirada lo dice todo… Salimos con mucho coraje, la verdad. No obtuvimos nada”. María de Jesús Tlatempa Bello: “Le dije al presidente que tiene que quitarse la máscara… Tiene que decidir si está con el pueblo o con los narcotraficantes. Tiene que aprender a reconocer sus errores. Y si no puede con el trabajo, que se lo deje a los expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA)…”. Bernabé Abraján, padre de Adán: “Hoy salimos con las manos vacías, no obtuvimos nada, realmente. Ni tan siquiera el compromiso de que van a seguir buscando a nuestros hijos”. En resumen, plantean los siguientes puntos sobre la reunión con EPN:

  1. De las ocho peticiones (elaboradas de manera conjunta entre las familias de víctimas de Ayotzinapa –incluidas las de los tres jóvenes asesinados y de los dos heridos graves- y sus asesores del Centro de Derechos Humanos José Agustín Pro, el Centro Tlachinollan y Asesoría y Servicios para la Paz), el gobierno no se comprometió a cumplir ninguna. De manera unilateral presentó compromisos que no son sustantivos.
  2. EPN accedió a ampliar el plazo del mandato del GIEI por seis meses más, y no el año como pedían.
  3. Respecto a la creación de una fiscalía especial para continuar con la búsqueda de los jóvenes, señalan: No es eso lo que pedimos y necesitamos. Demandamos un replanteamiento de la investigación en una unidad especializada, con supervisión internacional, compuesta por dos instancias: una que indague a profundidad dónde están nuestros hijos y otra que investigue el montaje con que se nos pretendió engañar; que el expediente salga de la Seido (Subprocuraduría Especializada en Investigación de la Delincuencia Organizada) y sea adscrito directamente a la oficina de la titular de la PGR (aunque aquí bien podríamos preguntarnos, ¿cómo confiar en la PGR que ya engañó (más de) una vez?).
  4. Que se finquen responsabilidades penales contra el exprocurador Jesús Murillo Karam; el exgobernador Ángel Aguirre; el exprocurador estatal Iñaky Blanco; el titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, y la responsable de los servicios periciales de la procuraduría, Sara Mónica Medina Alegría.
  5. En la entrada, pero más en la salida del Museo Tecnológico, el EMP tuvo un trato violento y poco comprometido con los Derechos Humanos.
  6. Respecto al normalista asesinado y desollado vivo en Iguala, Julio César Mondragón, su esposa, Marisa Mendoza, informó que la exhumación del cadáver, programada para el 30 de septiembre, fue aplazada sin fecha definida. Inicialmente, una autopsia realizada por la Procuraduría General de Justicia de Guerrero concluyó que su rostro fue devorado por fauna nociva. La familia de Julio César Mondragón exige que en una nueva necropsia estén presentes los expertos del EAAF. Esto aún no ha sido acordado.
  7. Rechazo de EPN a pedir en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cooperación internacional para frenar la crisis humana del país. Como muestra el caso de nuestros hijos, los pactos de impunidad que subsisten en México son tan fuertes, que solo mediante una iniciativa de esta magnitud (como la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala) podrán ser revertidos.

La voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN): Movilización y comunicado. Algunos extractos: Nuestro dolor no es lamento estéril, nuestra rabia no es desahogo inútil, nuestros dolores y rabias nacen y se alimentan de mentiras e injusticias. Quien está arriba a costa de quienes abajo somos lo que somos, miente como forma de hacer política y adorna la muerte, la desaparición forzada, el encarcelamiento, la persecución y el asesinato con el escándalo de su corrupción.

Es criminal con fuero y sin vergüenza quien arriba es, sin importar el color de su política. Siempre el mismo rostro, la misma soberbia, la misma ambición y la misma estupidez. Como si al desaparecer y asesinar también quisieran desaparecer y asesinar la memoria.

De arriba y de quienes ahí anidan sus perversiones y bajezas, sólo recibiremos la mentira como salario y la injusticia como pago. Puntuales llegan la injusticia y la mentira, todos los días, a todas horas, en todas partes. No les sacia el despojarnos de trabajo, vida, tierra, naturaleza. También nos roban a quienes con nosotr@s son: hijos, hijas, hermanas, hermanos, padres, madres, familiares. Persigue quien arriba es. Encarcela. Secuestra. Desaparece. Asesina. No sólo acaba con cuerpos, con vidas. También destruye historias. Sobre la desmemoria construye el de arriba su impunidad. El olvido es el juez que no sólo lo absuelve, también lo premia.

Por eso, y más, nuestros dolores y rabias buscan la verdad y la justicia. Sin verdad y sin justicia, no hay día ni noche cabal. En muchas lenguas, idiomas, signos, nombramos a quien falta. Y cada dolor y cada rabia toma un nombre, un rostro, una historia, un hueco que duele e indigna. No gritamos por lamento.  No lloramos por pena. No murmuramos por resignación. Es para que quienes faltan encuentren el camino de regreso, que sepan que están aunque falten, que no olviden que no olvidamos. Por eso la resistencia, la rebeldía.

Porque llegará el tiempo en que paguen quienes nos deben todo: el que persiguió, encarceló, golpeó y torturó. Pagará quien impuso la desesperación de la desaparición forzada. Pagará quien asesinó. Porque el sistema que se viste de mal gobierno, será destruido. No maquillado, no reformado, no modernizado. Demolido, destruido, acabado, sepultado será.

Por eso nuestro mensaje no es de consuelo ni de resignación. De rabia es nuestro mensaje, de coraje. Porque conocemos ese mismo dolor. Porque tenemos en las entrañas la misma rabia. Porque, siendo diferentes, así nos parecemos.

Por el dolor y la rabia. Por la verdad y la justicia. No claudicar.  No venderse.  No rendirse. ¡Verdad y Justicia! Desde las montañas del sureste mexicano, Subcomandante Insurgente Moisés y SI Galeano.

La voz del Sistema de Naciones Unidas en México (ONU-México): Dio a conocer su profunda solidaridad con las víctimas directas de diferentes violaciones a los derechos humanos y sus familias, y en particular las de Iguala, en donde además se ejecutó a seis personas de manera extrajudicial y se provocaron lesiones a 40 más. El caso de Iguala lo define como “Uno de los casos más graves de violaciones de Derechos Humanos en la historia reciente del país”. Al respecto suscribe:

  1. Replanteamiento general de la investigación y esclarecer las irregularidades surgidas a lo largo de las pesquisas, como el uso de la tortura para conseguir confesiones, alteración de evidencias, omisiones y deficiencias periciales.
  2. Fundamental establecer las responsabilidades de las autoridades municipales, estatales y federales que participaron directamente en los hechos o que, teniendo conocimiento de los mismos, no cumplieron con el deber de garantía, prevención y protección que toda autoridad tiene.
  3. El Estado se encuentra ante una oportunidad histórica para transformar la situación imperante. Las más de 26 mil personas cuyo paradero se desconoce (según datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas), deben alentar a todas las autoridades a asumir la búsqueda de éstas como una prioridad ineludible.
  4. Pensar en familiares y allegados: los efectos de no poder localizar a un ser querido perduran hasta que no se esclarece su suerte o paradero, prolongando y amplificando el sufrimiento. Nadie debe ser sometido por más tiempo a este calvario.

La opinión de Jorge Volpi (periódico Reforma): Los asesinatos y las desapariciones forzadas cometidos en Iguala son una marca infamante porque no representan una anomalía o una excepción, sino un resumen del México violento, injusto e inequitativo que hemos construido en los últimos 15 años y que heredaremos a las generaciones futuras. En el 2000, tuvimos la oportunidad, pero nos conformamos con un cambio cosmético: la redistribución del poder y la riqueza entre los partidos y las nuevas élites -sin tomar en cuenta al resto del país-, y la coartada de que el mero recuento de los votos basta para asentar una democracia.

Iguala nos recuerda: 1. Que no sólo hay dos Méxicos -la delgada capa de aristócratas y la mitad de la población en la pobreza-, sino un México siempre más abajo, sumido en el natural resentimiento ante la falta de oportunidades, uno que nunca redimimos ni consideramos nuestro igual: el de familias campesinas condenadas a sufrir la explotación o la manipulación de caciques y el acoso de la policía o las Fuerzas Armadas. El México de esos jóvenes normalistas de Ayotzinapa que, como los indígenas en 1994, nos recuerdan en qué medida la discriminación y la desigualdad continúan asentadas entre nosotros.

  1. El desastre de la fallida guerra contra el narco. Pocas políticas públicas han causado tanto daño a una nación, no sólo por establecer una burda frontera entre dos campos contrarios, nosotros y ellos, los buenos y los malos, sino por plegarnos a la estrategia de un comandante que ni siquiera se encuentra en nuestro territorio -EUA-. El único resultado de esta guerra ha sido esta violencia sorda con un número de víctimas propio de una guerra civil. Enviar al Ejército a luchar contra el narco significó involucrarlo en incontables abusos y violaciones de derechos humanos. 3. Muestra la hondura de la corrupción que todo lo carcome y todo lo devora: partidos políticos dispuestos a ganar y enriquecerse a toda costa, incluyendo a una izquierda que se vendió a un gobernador proveniente del PRI y, en Iguala, a una familia de criminales; cuerpos policiacos al servicio de los criminales. Narco e instituciones se convirtieron en lo mismo.

    4. Las investigaciones exhiben la inexistencia de un aparato de justicia confiable y eficaz. El cúmulo de fallas, contradicciones, tortura, etc. hace casi imposible acercarse a la verdad. Pese a las detenciones, los testimonios y las reconstrucciones de expertos y peritos, quedan infinitas dudas sobre lo ocurrido esa noche, pero lo que se ha confirmado basta: la policía asesinó y desapareció a un amplio grupo de ciudadanos desarmados ante la complicidad o la indiferencia de las autoridades que debían protegerlos.

    5. Lo peor es que Iguala no sea un signo de un sistema corrupto y torpe, sino uno que funciona a la perfección, si se entiende que su único fin consiste en asegurar la impunidad de los poderosos, sean éstos políticos, empresarios o criminales (o todo a la vez). Si en el 2000 no conseguimos transformar al país fue en buena medida porque quienes se benefician de él hicieron hasta lo imposible por impedirlo. Los asesinatos y las desapariciones forzadas de Iguala son la consecuencia extrema de nuestro fracaso democrático. El 26 de septiembre no debería ser sólo un día de luto, sino un día de vergüenza.

La voz de usted: ¿Usted qué dice? ¿Qué opina? ¿Qué hace?... Con un abrazo solidario… porque vivos se los llevaron, vivos los queremos. Rompeviento TV

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