Mujeres ayer y hoy en la lucha social

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Alejandro Mosqueda Guadarrama

Camarógrafo y documentalista

Facebook: Moga Aleko

Mujeres ayer y hoy en la lucha social

La historia se nos presenta como una serie de sucesos donde poco aparecen las mujeres y están casi en forma marginal o, en caso contrario, cuando son parte importante o central de algún suceso, se llega a resaltar exactamente el ser mujer como algo extraordinario o poco común. Pareciera que se le teme, o algo por el estilo, a hablar y exponer claramente el papel de las mujeres en los procesos de transformación social.

De alguna forma, el rescate del papel transformador, subversivo, revolucionario o innovador de las mujeres en la historia, se ha convertido en reto para muchos investigadores. En la actualidad es un poco diferente ya que la información que circula por las redes permite visibilizar y documentar un poco más la participación de las mujeres, a pesar de que se cae una y otra vez en la inercia de darles poco valor o hacerlas invisibles.

Cobra mucha importancia el registro y ponderación que hacen grupos de mujeres, activistas o investigadoras, que nos permite “ver” y conocer la participación y trabajo de éstas –con nombre, apellido e historia personal- en los procesos de lucha, ya sea demandando o defendiendo derechos sociales y particularmente los de las mujeres.

Es inusual que una mujer sea la que encabece un destacamento armado y sea respetada y reconocida por su comunidad. Éste es el caso de Nestora Salgado García, comandanta de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) de Olinalá, en el estado de Guerrero. Esta instancia, la CRAC-PC (como institución de seguridad, justicia y reeducación comunitaria), está amparada en cuanto a su legalidad y operatividad en la Ley 701 de Reconocimiento, Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas del estado de Guerrero.

Ante la falta de oportunidades en su país, Nestora a la edad de 18 años decide ir a “buscarse la vida”, cruza la línea, y se va de indocumentada al otro lado, con una hija y su esposo. Su padre se queda en Olinalá, con algo de tierra pero sin apoyo alguno para trabajarla. Nestora se fue en busca de una mejor vida, para poder, desde allá, ayudar a su familia.

Como Nestora, decenas de mujeres por otros caminos y cruzando otra línea, buscaron ayudar a su familia y, más aún, tomaron la decisión de contribuir a un objetivo mayor: transformar su país desde otras opciones de acción y planteamientos. Es el caso de Deni Prieto Stock, Elisa Irina Sáenz Garza, Julieta Glockner, María Teresa Gutiérrez Hernández, Avelina Gallegos, Fabiola Castro Molina, Hilda Escobedo Ocaña, Ana María Parra Ramos, Teresa Hernández Antonio, Olivia Ledezma Flores, Alicia de los Ríos Merino, Hortencia García Zavala, Martha Alicia Camacho Loaiza, María de la Luz Aguilar Terrés, Alejandra Cárdenas, Rosa María González Carranza, Bertha Lilia Gutiérrez Campos y muchas mujeres más, quienes ante la cerrazón política, el discurso demagógico y la acción autoritaria y violenta del Estado mexicano hacia los movimientos campesinos, estudiantiles y obreros que demandaban justicia o derechos, optaron luchar por otras vías.

Ellas y parte de sus familiares sufrieron la brutal estrategia de la guerra sucia de la década del 70 y parte de los 80. Decidieron caminar fuera de la legalidad imperante y el Estado optó por la represión sin límites, la tortura, el asesinato y la detención-desaparición, sin ninguna opción de aplicación de la ley en la inmensa mayoría de los casos. El Estado optó por moverse en la total ilegalidad, con impunidad y actuar como banda criminal con todos los recursos a su servicio: policía, ejército, secretarías de Gobierno e instituciones de impartición de justicia. En la actualidad, ¿esto qué tanto ha cambiado?

El quehacer político nos lleva al terreno de lo público y éste se encuentra delimitado por consideraciones, percepciones y una lógica desde la perspectiva masculina. Lo que se genera en este terreno (público y político) es altamente valorado, y cuando son mujeres las que en este terreno se mueven, la cuestión no es igual y la historia –los que la escriben- las deja de lado y, en muchas ocasiones, las ubica como compañeras de algún hombre protagonista. Decenas y decenas de mujeres en la lucha social se enfrentan a esto. Al olvido de su causa, su papel o su situación. El estado actual de la vida de Nestora nos lo recuerda.

Nestora Salgado García, como aquellas mujeres, eligió hacer algo ante las injusticias que vivía su comunidad y decidió dejar las comodidades que empezaba a tener allá, del otro lado, y regresó a Olinalá, su pueblo, para sumarse a las tareas comunitarias en defensa del bien común. Fue nombrada Comandanta de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria. Su vida y tareas cambiaron de un día para otro.

Se han cumplido dos años de su detención (21 de agosto de 2013). Las irregularidades en su caso empezaron en el momento mismo de la detención y con los posteriores “delitos” que se le imputaron (ser la probable responsable del secuestro y homicidio de un empresario, además de delincuencia organizada). En el momento del juicio que corresponde a los careos (a dos años de su detención), Nestora no tuvo oportunidad de defenderse porque simplemente las supuestas víctimas no se presentaron.

El trabajo de la CRAC-PC de aquella región de Guerrero, con Nestora Salgado García como Comandanta, seguramente empezó a tocar puntos incómodos para caciques locales y grupos de la delincuencia. Políticos de su estado y de todo el país la condenan con su silencio y siguen callando ante los posibles lazos de la clase política de Guerrero con la delincuencia organizada. Los 43 normalistas son el más claro ejemplo.

Las autoridades carcelarias en forma sistemática han violado sus derechos y ha sido objeto de vejaciones. Su salud ha sido poco atendida y, por lo tanto, se ha visto afectada. La historia de Nestora se sigue escribiendo, negándose a ser una más de las mujeres invisibles en la historia de nuestro país y víctima de la deliberada inoperancia del sistema judicial mexicano. Sabemos de ella desde que fue detenida, de los delitos imputados y de las prisiones a las cuales la han llevado, como pretendiendo esconderla-olvidarla y para que la memoria colectiva empiece a mirar a otro lado.

De las mujeres –hijas, hermanas, madres, esposas, amigas, estudiantes, maestras- que hace décadas fueron detenidas, torturadas, cambiadas una y otra vez de cárceles clandestinas y finalmente desaparecidas, nunca supimos nada. La historia no las ve. Afortunadamente, el trabajo de grupos como Eureka y documentos como el libro Guerrilleras* retoman el tema de las mujeres en la lucha social y nos las hacen presentes, negando así la inercia del olvido y esa forma de registrar los sucesos donde las mujeres son en algunos momentos referencias sin nombre y sin historia.

El sueño, la esperanza de contribuir a transformar nuestro país, no se detuvo ante el acoso, la violencia y la demagogia gubernamental; ellas caminaron y se desvelaron bajo el cobijo de la vida clandestina hacia un amanecer diferente. Llevaron al límite sus convicciones y su congruencia a costa de su vida y en muchos casos de su familia.

Con paciencia y segura en sus convicciones, Nestora mantiene la lucha por su libertad sin arrepentimiento alguno de haber dejado atrás su vida en el otro lado. Se sabe víctima de la maquinación y el engranaje de complicidades que se mueven en su caso. Con sus convicciones y la esperanza de cambiar la situación de injusticias e inseguridad en su región, no dudo en incorporarse a las CRAC-PC.

El pasado 8 de septiembre, en un emotivo encuentro** de mujeres y hombres mexicanos solidarios con Cuba, con el luchador antiterrorista cubano René González Sehwerert, se le entregó un regalo como símbolo de la lucha de mujeres y hombres que trabajan por construir un mundo de justicia y paz. Al recibir el regalo la imagen de Nestora se hizo presente. René agradeció mirando la cajita de Olinalá.

De los trazos, formas y colores del arte que vuela desde Olinalá, surgen rostros, nombres e historias de mujeres de todo el país, que hoy acompañan a Nestora.

 

 

 

*Guerrilleras – Antología de testimonios y textos sobre la participación de las mujeres en los movimientos socialistas en México. Segunda mitad del siglo XX. 2ª. Edición 2014. María de la Luz Terrés Compiladora.

**El evento se realizó en el Club de Periodistas y fue organizado por el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba.

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