La Universidad Veracruzana bajo amenaza (Margensur)

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Alejandro Saldaña Rosas
Sociólogo. Profesor Investigador de la Universidad Veracruzana
Twitter: @alesal3 / Facebook: Compa Saldaña

 

 

 

La Universidad Veracruzana bajo amenaza

 

Reconozco también el respeto irrestricto que el Gobierno del Estado, encabezado por el Gobernador, Dr. Javier Duarte de Ochoa, ha ofrecido día a día a nuestra autonomía.

Dra. Sara Ladrón de Guevara, 7 de septiembre 2015

 

La actual Rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Deifilia Ladrón de Guevara González, amenaza a la comunidad de la UV con otros cuatro años “al frente” de la institución, toda vez que pretende reelegirse (está en su derecho, de acuerdo a la Ley Orgánica de la institución). Instalada en la autocomplacencia de su ineficiencia, la Doctora Ladrón de Guevara es insensible al repudio que concita en la vasta comunidad universitaria: incapaz de escuchar salvo lisonjas, no se percata de que amplios sectores de la UV conciben su reelección como la continuación de una pesadilla, un mal sueño de cuatro años que para mal podría extenderse –agónicamente- otros cuatro. La UV, nuestra UV, la institución más querida y respetada por las y los veracruzanos, no merece la prolongación de una administración caracterizada por el oropel, las fatuidad y, esencialmente, el fracaso.

            El fracaso de la administración de la Doctora Sara Ladrón de Guevara tiene un número, irrebatible, contundente, ominoso: $2,400 millones de pesos, más lo acumulado desde el mes de mayo. El dato es proporcionado por la aún Rectora, puede usted corroborarlo en la siguiente liga: http://www.e-veracruz.mx/nota/2017-05-11/universidades/sigue-pendiente-la-deuda-que-dejo-duarte-rectora.

            Dos mil cuatrocientos millones de pesos es la deuda del gobierno del estado de Veracruz con la Universidad Veracruzana. La Doctora Sara Ladrón de Guevara termina su rectorado dejando a la institución en números rojos, profundamente vulnerada, sin rumbo y con enorme desconfianza en la comunidad universitaria. La cifra de su fracaso, $2,400 mdp, no es una cuestión menor: son recursos públicos que debieron llegar a la UV, pero fueron “desviados” (es decir, robados) por el delincuente exgobernador de Veracruz, Javier Duarte. De haber actuado con firmeza y oportunamente, tal vez esa deuda ahora no existiría.

            La responsabilidad de la Doctora Sara Ladrón de Guevara es ineludible. Durante su administración la institución sufrió el quebranto financiero más grande de su historia, eso es un hecho contumaz y sin atenuantes. Es bochornoso que la aún Rectora pretenda eludir su responsabilidad mediante el falaz argumento de que ella actuó con firmeza ante Javier Duarte; por el contrario, las evidencias apuntan a que lejos de defender a la UV fue sumisa ante el corrupto y criminal exgobernador. Es cierto que su administración demandó al gobierno de Javier Duarte, pero lo hizo hasta el mes de febrero de 2016, cuando el adeudo con la UV era mayor a dos mil millones de pesos. Por cierto y como acotación al margen: ¿cuál es el curso que han seguido esas demandas? No lo sabemos porque la Rectora no ha informado a la comunidad universitaria. Lo único cierto es que el adeudo del gobierno de Veracruz con la UV sigue creciendo.

            La Doctora Ladrón de Guevara inició su rectorado en septiembre de 2013 con una deuda heredada de la administración del Doctor Raúl Arias Lovillo de alrededor de $900 millones de pesos. Cifra en lo absoluto menor que se incrementó a más del doble en un par de años, sin embargo, y a pesar del vertiginoso crecimiento del adeudo, la Rectora no informó con atingencia a la comunidad universitaria y, sobre todo, no actuó asertiva y contundentemente. No informó sobre el adeudo, no convocó a los universitarios a diseñar estrategias para obligar al gobierno a pagar, vamos, ni siquiera hizo ruido en la prensa. Lejos de encarar con decisión y valentía al gobierno del delincuente Javier Duarte, buscó cuidarle las espaldas.

            El 7 de septiembre de 2015, durante su segundo informe de actividades, la Doctora Sara Ladrón de Guevara dijo: “Reconozco también el respeto irrestricto que el Gobierno del Estado, encabezado por el Gobernador, Dr. Javier Duarte de Ochoa, ha ofrecido día a día a nuestra autonomía. El acercamiento respetuoso con todas las instancias de gobierno ha servido para trabajar por el mejoramiento de nuestro estado” (https://www.uv.mx/universidad/doctosofi/informe2014-2015/Discurso-II-Informe-2014-2015.pdf). ¿Cómo puede haber respeto irrestricto a la autonomía universitaria cuando a la UV se le restringen los recursos que por derecho le corresponden? ¿Cuál mejoramiento de nuestro estado, si Duarte saqueó, asesinó y desapareció a miles de personas? Las palabras de la Rectora sólo pueden comprenderse como un gesto de acatamiento a las promesas del entonces gobernador Javier Duarte. Cinco meses después, cuando la comunidad universitaria comenzó a movilizarse, la UV demandó al gobierno del hoy detenido exgobernador.

            Durante más de dos años, de septiembre de 2013 que inició su rectorado a febrero de 2016 que demandó al gobierno de Veracruz, es decir más de la mitad de su administración, la Rectora fue omisa de su responsabilidad de ver por la UV, antes que por otros intereses. ¿Acaso sus principales colaboradoras, las maestras Clementina Guerrero (entonces Secretaria de Administración y Finanzas) y Leticia Rodríguez (Secretaria Académica) no le hicieron ver la gravedad de la situación? ¿No le recomendaron informar cabalmente a la comunidad universitaria y sobre todo a tomar acciones más contundentes para defender a la UV? Me resulta muy difícil creer que nadie le haya advertido a la Rectora del riesgo de confiar en Javier Duarte, pero al parecer o nadie le dijo, o ella no escuchó. Confiada en Duarte, quien “siempre me ha tratado como una dama y yo lo he tratado a él como un caballero” (http://imagendelgolfo.mx/resumen.php?id=41091028), la Rectora permitió que la UV fuese severamente vulnerada.

            En cuanto al adeudo del gobierno veracruzano lo único cierto son dos hechos incontrovertibles: i) las demandas contra el gobierno de Javier Duarte se interpusieron hasta febrero de 2016, es decir casi dos años y medio después de que la Doctora Ladrón de Guevara asumiera la rectoría y; ii) todas las acciones e iniciativas emprendidas por la Rectora para que los recursos financieros sean pagados a la UV han sido ineficaces. La deuda sigue creciendo y el gobierno, ahora encabezado por Miguel Ángel Yunes, no da visos de pagar.

            La afrenta a los universitarios por parte de la Doctora Ladrón de Guevara no ha sido sólo a nuestra inteligencia, también nos ha agredido con su soberbia. A las evidencias me remito.

            El 15 de junio de 2015, a diez días de que un comando parapoliciaco golpeara salvajemente a ocho estudiantes de la UV, la Rectora convocó a un diálogo abierto con la comunidad universitaria. El diálogo al que convocó la Doctora Sara Ladrón de Guevara se llamó “Foro Universitario en contextos de violencia, análisis, crítica y propuestas”. La reunión se llevó a cabo en el museo de antropología de la ciudad de Xalapa, del que la Doctora fue directora. Para poder entrar al auditorio del museo, estudiantes, profesores, investigadores, inclusive funcionarios universitarios debimos pasar por dos filtros de vigilancia, bolsas y mochilas fueron revisadas, tuvimos que entregar nuestra credencial de la universidad para obtener un gafete, en fin, las condiciones las puso la Rectora, anfitriona del foro.

            La Doctora Ladrón de Guevara llegó al foro, leyó un documento muy interesante, bien escrito y sobre todo muy propicio para el diálogo. Al terminar de leer el texto y mientras el auditorio aplaudía a la funcionaria, la Rectora de la Universidad Veracruzana abandonó el recinto por la puerta posterior. Así nada más, sin disculparse, sin saludar a nadie, sin ofrecer una explicación. La Doctora Sara Ladrón de Guevara huyó por la puerta de atrás del foro al que ella misma había convocado para “dialogar” con estudiantes y académicos. Nada, no dijo nada, se fue en silencio por la puerta de atrás, dando la espalda a todos los allí reunidos, ¡dando la espalda a la comunidad universitaria! Soberbia, grosera, insultante, ni siquiera tuvo la gentileza de dejar a alguien en su representación: su desdén hacia los universitarios fue absoluto, su insolencia inaudita. Aquí una nota de prensa: http://plumaslibres.com.mx/2015/06/15/sara-ladron-de-guevara-huye-de-foro-sobre-violencia-en-el-museo-de-antropologia/ y un video donde se aprecia parte de la reacción de indignación de los estudiantes: https://www.youtube.com/watch?v=i7pKmkHl16Q

            El día 30 de junio la Junta de Gobierno de la UV publicó la convocatoria para el nombramiento del Rector o Rectora que habrá de conducir a la institución a partir del 1º de septiembre. La Doctora Sara Ladrón de Guevara anunció que buscará la reelección por otros cuatro años. En mi opinión, su candidatura es indefendible, por donde se le quiera ver. Las cuentas alegres de su gestión son el resultado del trabajo de miles de académicos, estudiantes, empleados administrativos, técnicos y manuales que a pesar de las inmensas trabas burocráticas, la ausencia de diálogo y la falta de proyecto hemos logrado sacar adelante a la UV. Pero no se trata de sacar adelante a tirones y jaloneos a la UV, sino de desatar todo su enorme potencial creativo, científico, humanista, solidario. La Doctora Sara Ladrón de Guevara no es la persona indicada para conducir ese proceso: durante cuatro ha demostrado sus limitaciones. Es más que suficiente.

 

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Comentario 1
  • Jose Gutierrez

    Para garantizar la autonomía de la UV se solicitó un presupuesto mínimo del 5% del total del presupuesto anual, el gobierno del Estado ofreció el 4% , se insistió en el 5% y en lugar de asegurar el 4% y negociar un aumento paulatino anual al 5%, se aceptó un presupuesto para este fin inferior al 3%. Así eran las negociaciones con el corrupto gobernador.

    Responder
    3 julio, 2017

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