Buenos días, tristeza

  • 1
Tamaño de fuente:
Imprimir
Claudia Soriano Segoviano. Psicoterapeuta Gestalt y Psicocorporal

 

 

 

 

Buenos días, tristeza

 

“No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera”.

Proverbio chino

Estás triste… y la tristeza no es un sentimiento agradable; quisieras que desapareciera rápidamente de tu pecho, de tu cabeza, de tu alma; poder, como por arte de magia, sacudírtela, dejarla fuera de tu casa, de tu vida... Pero sigue ahí, con ese dolor-color-sabor-olor oscuro, amargo. Cuando estamos tristes, frecuentemente nos aislamos, le damos vueltas a lo que nos generó esa tristeza una y otra vez, y sin importar cuánto tratemos de silenciarla, al parecer no quiere irse de ahí.

Es muy saludable reconocernos tristes y permitir que el sentimiento nos habite, expresarlo, llorarlo, sentirlo, aprender de él, e incluso agradecerlo. Sólo así y con el tiempo ella se irá de manera natural, así como llegó. No existe un tiempo establecido para la duración de la tristeza, varía de persona a persona y también de la magnitud de la situación que nos la detonó.

Sin embargo, hay formas de lidiar con la tristeza y vivirla distinto. Si ahora, mientras me lees, estás triste, detente, respira profundo. Analiza por un minuto lo que te está haciendo sentir triste. Analiza las formas en las que puedes lidiar con este sentimiento. De esta manera podemos convertir nuestra tristeza en algo alentador, en lugar de simplemente aislarnos y sufrir.

Ya en un artículo reciente hablé sobre el dolor y el sufrimiento y sus diferencias. En esta ocasión te voy a proponer algunas cosas que te harán sentir mejor sin evadir u ocultar tu tristeza.

Algo que ayuda mucho cuando estamos tristes es escuchar música. La música puede ayudarnos a calmarnos y relajarnos. Y aquí es importante resaltar que lo que ayuda es escuchar música que disfrutemos, de nada nos servirá escuchar música que aumente nuestro dolor. Se trata de escuchar música que consideremos hermosa, y hacerlo nos ayudará a ir aliviando nuestra tristeza.

Escucha música, seguro te ayudará a sentirte mejor aún estando triste.

La tristeza de manera natural nos hace llorar; sin embargo, muchas personas pueden haber bloqueado esa salida natural del dolor debido a las críticas que sobre llorar escucharon y aprendieron en la familia, la escuela u otro medio que les permeara sobre todo en la infancia. Cuando te decían que llorar era de débiles, o el típico “¿no te da pena que te vean llorando?”, o que los hombres no lloran, o que las mujeres sólo somos fuertes si no lloramos, y tantos, tantos otros mensaje que nos vamos tragando y se quedan dentro de nosotros. Aprendimos entonces que no se vale llorar a menos de vernos de determinada manera por quienes nos observan.

Algunos estudios sugieren que llorar puede tener un efecto relajante en nuestro cuerpo. Cuando lloramos liberamos endorfinas, un químico natural que “nos hace sentir bien”. Llorar también puede activar nuestro sistema nervioso parasimpático, el cual ayuda a nuestro cuerpo a recuperarse del estrés y de los traumas.

Llorar también nos permite comunicar a los demás el dolor que sentimos, lo cual nos ayuda a sentirnos comprendidos y a recibir apoyo y consuelo.

No te obligues a llorar si no sientes ganas de hacerlo. Si bien las creencias populares indican que no llorar después de un incidente que provoca tristeza es poco saludable, este no es el caso. Llorar por obligación en realidad puede evitar que te recuperes. Llora si te nace, sigue tu instinto, y no te obligues a hacerlo o te sientas mal si no surge cuando “se supone” que debería surgir.

Hacer ejercicio es de las cosas más recomendables cuando estamos tristes. El ejercicio hace que liberemos endorfinas y otros químicos que contrarrestan la tristeza. Estudios al respecto han demostrado que quienes se ejercitan de manera moderada, en un periodo de dos meses se sintieron más positivos, con más energía y con más calma que quienes no lo hicieron. El ejercicio además nos ayuda a enfocarnos en una meta específica, y eso hace que no nos enfoquemos sólo en la tristeza.

No es necesario correr un maratón o pasar todo el día en el gimnasio para darnos cuenta de los beneficios del ejercicio. Incluso las actividades que nos permiten estar en contacto con la naturaleza, como caminar o hacer jardinería. muestran un efecto benéfico en nuestro estado anímico.

Parecerá contradictorio, sin embargo, sonreír estando triste puede ayudar a que nos sintamos mejor. No me refiero a disfrazarnos con una cara de felicidad, si no a que aun reconociéndonos tristes, sonriamos. Posiblemente no tengamos ganas de hacerlo, sin embargo, aun en medio de toda la tristeza que podamos sentir, seguro habrá cosas por las que podamos dar las gracias, y evocar eso, y sentir un verdadero agradecimiento acompañándolo de una leve sonrisa nos generará una hermosa sensación de bienestar, que poco a poco se irá haciendo más habitual.

Y lo más importante de todo, trátate bien. Estás frágil, vulnerable, en convalecencia. Sé paciente y gentil contigo. Come, duerme y cuídate como si cuidaras a un ser querido que estuviera en tu situación. Rodéate de personas que te quieran, que te abracen, que te escuchen, que te consuelen. Haz cosas que te relajen, como tomar un baño caliente, tomar un té, arroparte, leer o ver películas que te dejen una sensación de serenidad. Haz las cosas que te gustan e incluso aprende nuevas si tienes el ánimo para hacerlo. Camina, sal al mundo, observa que hay mucha vida a tu alrededor, observa con atención y date cuenta de lo que normalmente no ves. Y respira, respira profundamente, todas las veces que puedas, detente y haz consciente tu respiración. Estas viva, estás vivo, tu corazón sigue latiendo. Así que cuando despiertes dale los buenos días a tu tristeza y camina con ella hasta que sea el momento de despedirla con agradecimiento por hacerte sentir la vida de esa forma también.

Aquí estoy si lo necesitas, puedo acompañarte en tu tristeza, si gustas. Sólo mándame un whatsapp al 5522558651 para platicar y hacer una cita.

 

México: dos festejos, dos países (Margensur)
Atrás México: dos festejos, dos países (Margensur)
Siguiente Puerto Rico, elige ser un estado más de Estados Unidos
Entradas Relacionadas
Comentario 1
  • María Cruz

    muchas gracias Claudia! música, ejercicio y pelis han sido mi remedio para la tristeza que me acompaña, ahora he hecho esto de respirar y detenerme a pensar, no he llorado pero pronto lo haré (si me nace)

    Responder
    13 junio, 2017

Escribir comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *