J. Jesús Esquivel
Corresponsal de la revista Proceso en Washington
@JJesusEsquivel
Mexiquenses en el ojo del huracán
Washington – Hay momentos cruciales en la vida que no pueden pasar desapercibidos. Este domingo 4 de junio la elección para gobernador del Estado de México es uno de esos. Los mexiquenses tienen la gran oportunidad de ponerle un ‘ya basta’ a la corrupción si le niegan su voto al PRI.
Es inconcebible que después de gobiernos tan corruptos como los de Arturo Montiel, Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila, los mexiquenses jueguen con la posibilidad de mantener la hegemonía priista en la gubernatura con Alfredo del Mazo Maza.
El Estado de México está bajo la lupa nacional, los mexicanos quieren saber si los mexiquenses siguen inmunes a la corrupción, a las vendetas y los saqueos de los gobernantes priistas.
La candidatura de Alfredo del Mazo Maza es en sí misma una ofensa mexiquense. En un país y en un estado normal, jamás el representante de un gobierno federal tan corrupto y descarado como el de Peña Nieto podría ser aspirante a gobernador. ¿Acaso los mexiquenses no se sintieron mancillados por los escándalos de corrupción de la Casa Blanca de "La Gaviota" y los contratos arreglados con Grupo HIGA y OHL?
¿Y qué decir del PRI? El Estado de México también atestiguó la corrupción de los peores representantes de este partido político: Javier Duarte, en Veracruz; Cesar Duarte, en Chihuahua; Andrés Granier, en Tabasco; Egidio Torre Cantú, en Tamaulipas; los hermanos Rubén y Humberto Moreira, en Coahuila, y el mismo Montiel. Son 22 los gobernadores priistas en la lista de los rateros y corruptos de México. Un caso así en una nación auténticamente democrática tendría al PRI al filo de su extinción.
El Estado de México debe sacar ventaja de la gran oportunidad que tiene este domingo 4 de junio. Tendría que parar en seco al PRI.
Negarle el voto al PRI es oxígeno democrático para México.
No puedo ni debo decirle a la ciudadanía mexiquense por quién votar el domingo de la elección. Lo que puedo garantizarle es que si gana el PRI la gubernatura, el Estado de México será el hazmerreír de la nación, el lugar donde el Grupo Atlacomulco se burla de todos y compra a todos. Es momento de un cambio. Ya es tiempo.
Los mexiquenses no deben ser zombies de Peña Nieto.
Pregunten en los municipios y pueblos mexiquenses, si es que no lo saben ya; el PRI está ofreciendo despensas, dos mil pesos, bultos de cemento, varillas y tinacos de plástico a quienes voten por su candidato. No puede ser, ¿esto en pleno siglo XXI?
El cierre de campaña de Del Mazo Maza fue un desfile de personalidades priistas, emblemas de la corrupción. Para muestra un solo botón: Emilio Gamboa Patrón, representante del salinismo.
El PRI ya no es opción para nadie. Que el domingo el voto sea de castigo para los criminales de cuello blanco y una exigencia de rendición de cuentas para los gobernantes. No sé qué tan buenas sean las otras opciones: Delfina Gómez, de Morena; Josefina Vázquez Mota, del PAN; o Juan Zepeda, del PRD, pero sí son mejores que el PRI, de eso no hay duda.
Que en el Estado de México en esta ocasión no se aplique el dicho de que "más vale malo por conocido que bueno por conocer".
Si no se acierta, en un futuro cercano el voto se utilizará para corregir; esa es la esencia democrática. Los mexiquenses están en el ojo del huracán, no lo olviden.
