Crean estudiantes de Tamaulipas programa para proteger aves en peligro de extinción
Ana Flores
Un grupo de estudiantes de la especialidad de técnicos ambientales del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (Cetmar) Número 9 en el municipio de Ciudad Madero, Tamaulipas, implementó el Centro de Resguardo de Aves Aseguradas, un programa para proteger aves silvestres en peligro de extinción recuperadas en decomisos por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en la entidad. Todas las aves pertenecían a personas que las obtuvieron ilegalmente o las venderían pese a estar prohibido por ser especies protegidas y en peligro de extinción.
Pese a todos los esfuerzos por parte de las autoridades federales, la zona sur del estado de Tamaulipas es conocida por su constante actividad en la venta ilegal y tráfico de aves en peligro de extinción. Por calles de la zona centro de Ciudad Madero, Tampico y Altamira se pueden encontrar vendedores de aves, quienes portan las jaulas con las especies en su espalda y transitan sin ningún problema en la vía pública; los más vendidos son los cardenales, primaveras, colibríes, loros huastecos, pericos australianos y canarios.
El Centro de Resguardo de Aves se estableció en el Cetmar debido a que este posee un amplio territorio y es aceptado por las autoridades federales para ser hogar temporal de las aves mientras regresan a sus hábitats naturales para ser liberadas. Entre las especies resguardadas se encuentran: loros cabeza amarilla o huastecos, cabeza roja, cotorros, pequeñas quilas, pionos e incluso loros yucatecos.
Mireya Acosta Pérez, Ana Martínez Vega y Brianda Macías de León son las alumnas encargadas del programa, quienes reciben apoyo de sus compañeros para alimentar, proteger y generar mecanismos a fin de que las aves estén en óptimas condiciones. Los estudiantes limpian las áreas de las aves, elaboran los columpios, comederos y bebederos para mantener a todas las aves activas, y en ocasiones les enseñan algunas palabras.
Asimismo, dentro del Cetmar se encuentra un centro de protección de tortugas lora y reptiles, por lo que se ha convertido en el más grande centro de confinamiento y cuidado de especies endémicas y migratorias de la parte sur de Tamaulipas. Además, cuenta con reconocimiento por parte de la Profepa y de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
