Margensur (10 de agosto 2015)

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Alejandro Saldaña Rosas

Sociólogo. Investigador, profesor Universidad Veracruzana

Twitter: @alesal3

Crimen de Estado

 

A Rubén, Nadia, Alejandra, Yesenia y Mile los asesinó el Estado. El Estado mexicano en general, y el de Veracruz, encabezado por Javier Duarte de Ochoa, en particular. Lo dije públicamente en el mitin el domingo 2 de agosto en El Ángel y lo reitero: fue el Estado.

            En días pasados, numerosos gacetilleros a sueldo y voces domesticadas han afirmado que a Duarte se le ha juzgado en los medios y en las redes, no en los tribunales. En efecto, hace falta que se le juzgue en tribunales. Nuestra voz en medios y redes no lo lleva a la cárcel, ¿los jueces harán justicia? Los indicios nos conducen a suponer que no, que será exonerado y ni siquiera será llamado a declarar, pese a las evidencias en su contra. Pero así son los pactos en un Estado criminal, los pactos de impunidad en un Estado mafioso. En México no hay democracia, sino un Estado criminal que amarra hilos de complicidad para que el negocio fluya y el poder despótico persista.

            Apunto al menos tres evidencias que obligan a la PGJDF a investigar al gobierno del estado de Veracruz. Y si no investiga, el Estado criminal estará más que evidenciado.

  1. El gobierno del estado de Veracruz violó reiteradamente los derechos humanos, fundamentales, tanto de Rubén como de Nadia, así como los de miles de personas más. Y evidentemente los de Yadira, Alejandra y Mile también fueron violados. A ellas también las mató el Estado.

            Tanto Nadia como Rubén fueron víctimas del “gobierno” de Duarte: ambos fueron acosados, golpeados, robados, amedrentados. Es decir, el estado de Veracruz (Estado mexicano) incurrió en delitos al amenazar, golpear, robar, vejar a Nadia y a Rubén. Antes de ser víctimas de homicidio, el gobierno del estado de Veracruz atentó contra ella, atentó contra él. El delincuente es el Estado, ¿acaso no es una “pista” para investigar? El primer delito que sufrieron Nadia y Rubén fue cometido por el gobierno de Javier Duarte, ¿no es suficiente para investigar en esta dirección?

            Las autoridades quizás argumenten que como no hubo denuncia, no había delito que perseguir. Lo que no dicen es que nuestra confianza en la justicia es nula. Y no de gratis. La bestial golpiza que recibieron los ocho estudiantes de la UV el 5 de junio fue denunciada, se aportaron elementos de prueba y sigue impune. A dos meses, la “investigación” está en cero. Y así seguirá porque es un crimen de Estado. Impunidad. Como impune sigue la muerte de 15 periodistas asesinados en Veracruz en el gobierno del admirador del dictador Franco, su clon obeso y bruto: Duarte. No denunciamos no porque no haya delito, sino porque no confiamos en que las “autoridades” judiciales lo acrediten como tal. El delito del que fueron víctimas los ocho estudiantes de la UV el 5 de junio, sigue impune.

  1. Rubén y Nadia denunciaron que temían por su seguridad, por su vida, y apuntaron directamente al responsable: el gobierno de Javier Duarte de Ochoa. Rubén lo dijo así en RompevientoTV:

https://www.rompeviento.tv/RompevientoTv/?p=2003

            Nadia denunció, también, ante las cámaras de RompevientoTV: https://www.rompeviento.tv/RompevientoTv/?p=2031. Rubén y Nadia no mintieron, no tenían porqué hacerlo. Y ahora están muertos. ¿Denuncias públicas que no se investigan? Apesta a contubernio, complicidad. Desconozco la historia de Mile, Yadira y Alejandra, solamente sé que las mató el Estado porque los sicarios del gobierno iban sobre Rubén y Nadia. Me niego a nombrarlas como “daños colaterales”. Si Mancera y Ríos Garza continúan tratando de armar un tinglado tal que no investigue al hampón de Javier Duarte, al hampón de Arturo Bermúdez Zurita y sus secuaces, el crimen de Estado quedará más que expuesto: desnudo en su rotunda panza. Porque todo lo que han intentando hasta el momento para “explicar” los asesinatos: robo, “la colombiana” (burda, vil, estigmatización), la sobrina del cuate de la “Tuta”, el asesino solitario, cae por su propio (excedido) peso. La cortina de humo es incapaz de ocultar la lonja detrás del gatillo.

  1. La tercera evidencia de que estamos ante un crimen de Estado es el acoso que han sufrido los jóvenes (amigos, amigas, compas pues) del Comité Universitario de Lucha. No argumento más de lo que ellos y ellas, amigos, amigas, estudiantes, jóvenes, han denunciado: https://es-es.facebook.com/CULXALAPA/posts/948814928493661:0

            Solamente pregunto: ¿si no es un crimen de Estado, por qué acosarlos? Si se tratara de un robo con extrema violencia o de un lío de drogas, un asesino solitario o cualquier otra estupidez, ¿para qué carajos ir sobre los y las compas del Comité Universitario de Lucha? ¿Por qué ustedes, cobardes criminales, se ceban en jóvenes que están en la defensa territorial? ¿En la lucha por los derechos humanos? ¿Por qué asesinar a jóvenes que hacen de la autonomía bandera de lucha y signo de vida? ¿Por qué mataron a Rubén? ¿Por qué asesinaron a Nadia?

            No tengo más que una respuesta: porque sí, porque no hay razones, no existen argumentos, ni ideas, ni siquiera pretextos. El crimen de Estado se define por antonomasia: absurdo, bestial, obnubilado, infame. Es un crimen de Estado porque las autoridades solitas se denuncian: al encubrirse se evidencian, al desviar la atención hacen que nos fijemos en detalles, al mentir, revelan la verdad.

            Ya suena el “argumento” de que fue el crimen organizado. Reitero lo que he dicho en más de una ocasión: el crimen es organizado porque se organiza desde el Estado. No hay crimen organizado sin Estado que lo organice. Es decir, los asesinatos y delitos del crimen organizado, son crímenes de Estado.

            Finalmente, que no por último (al menos que Duarte me mate en la semana), lo dijo Nadia, sus palabras son mías: "Responsabilizamos totalmente a Javier Duarte de Ochoa, gobernador del estado, y a todo su gabinete sobre cualquier cosa que pudiera suceder a los que estamos involucrados y organizados en todo este tipo de movimientos tanto de estudiantes, académicos y sociedad civil en general".

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