¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?

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Claudia Soriano Segoviano. Psicoterapeuta Gestalt y Psicocorporal

Facebook: Psicoterapeuta Claudia Soriano Segoviano

Email: claudiasoriano@hotmail.com

 

 

 

 

¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?

"El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte".

Oscar Wilde

 

El amor es un misterio… o por lo menos es lo que pensamos al respecto la mayoría de las personas, pues al buscar una explicación sobre nuestro estar enamorado no hay muchas palabras ni lógica que nos ayude.

Los científicos expertos en el tema dicen que el amor es como una “explosión” de neurotransmisores que provocan en la persona enamorada sensaciones de placer, que hacen que le dediquemos al objeto de nuestro amor toda nuestra energía y pensamientos.

Dicen también que el enamoramiento es obsesivo, adictivo y nos coloca en un estado de locura temporal, generando en nosotros estímulos semejantes a cuando se consume una droga, ya que se activan los mismos circuitos neuronales.

Falta de sueño, de atención, de apetito… estás enamorado y todo esto sucede en tu cerebro.

El enamoramiento es de corta duración… Los investigadores no se ponen de acuerdo y dicen que abarca un periodo que va de los 18 meses a los cuatro años. Esto depende de múltiples factores y varía de pareja a pareja.

Cuando alguien nos resulta atractivo a la vista y/o al olfato, nos toma una quinta parte de un segundo liberar la feniletilamina, causante de la posterior producción de dopamina, la gran culpable de todas esas sensaciones placenteras que rigen el enamoramiento.

Mientras estamos enamorados liberamos serotonina que nos lleva a un aumento progresivo del bienestar y la felicidad.

Como si la presencia de dopamina, feniletilamina y serotonina en la cabeza no fuera suficiente, se les une la norepinefrina, causante de alteraciones físicas como el aumento de la frecuencia cardiaca, falta de hambre, noches sin dormir, las conocidas “mariposas en el estómago”. Es una explosión de neurotransmisores, uno tras otro, en donde se mezclan afectos del apego emocional al mismo tiempo que aspectos del deseo sexual.

En una segunda fase ocurre algo interesante, mientras las otras sustancias disminuyen, hacen su aparición la vasopresina y la oxitocina, que permiten la creación de lazos entre los individuos, y dan una sensación de seguridad, lo que transforma al enamoramiento en amor estable. Esto nos lleva a mantener relaciones monógamas con el paso del tiempo y, si hay una verdadera compatibilidad en la pareja, los niveles de ambas sustancias se mantendrán constantes.

Sin embargo, es posible que una persona ame a su pareja y pueda "enamorarse" de otras/os, buscando la placentera sensación de la dopamina de la primera fase.

Y bueno, aunque ahora sabemos que el amor no sale del corazón, hay personas a las que el desamor sí les impacta en este órgano.

De acuerdo con información del Sistema de Salud de la Universidad de Loyola, en Estados Unidos, el Síndrome del Corazón Roto es una condición médica que se siente como un ataque al corazón real, que ocurre en etapas altamente estresantes o emocionales, como cuando se lidia con un divorcio, la muerte de la pareja o problemas financieros. Los síntomas son dificultad para respirar, dolor en el pecho y se puede llegar a confundir con un infarto.

Se nos activan las mismas zonas del cerebro que se activan con el dolor físico, así es que de verdad nos duele. Dicen los expertos que si nos rompen el corazón, nos vamos a tardar en sanar el mismo tiempo que nos llevó enamorarnos, debido a que tendremos que esperar a que los sitios de recepción se desocupen y nos podamos enamorar nuevamente.

Sin embargo, el amor es tan fuerte y poderoso que quedará grabado para siempre en nuestra memoria. Es por eso que pueden pasar los años y de repente, aunque ya no estemos pensando en ese otro u otra, escuchamos una canción, una palabra, vemos una película, olemos ese olor y nos remite de manera inmediata a la memoria emocional y no solamente al recuerdo amoroso, sino también al dolor provocado por el rompimiento.

Entonces, ¿amar o no amar?… He ahí el dilema.

Si deseas iniciar un proceso terapéutico llama o mándame un Whatsapp al 5522558651. Me dará mucho gusto atenderte.

 

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Comentario 1
  • Karl

    Es muy simple lo que ocurre el cerebro entra en modo de espera mientras la vida transcurre y solo reacciona para ver que a la esperanza sigue la decepcion

    Responder
    30 enero, 2017

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