Se unen México y Centroamérica para enfrentar amenazas de Trump
Por Paola Atziri Paz
Los cancilleres de Honduras, Guatemala y El Salvador se reunieron con la canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, para actuar conjuntamente frente a las posibles deportaciones de indocumentados.
El triunfo electoral de Donald Trump como presidente ha provocado inestabilidad e incertidumbre respecto a los inmigrantes de México y de los países del Triángulo Norte de Centroamérica en Estados Unidos.
Luego de que el magnate republicano ha prometido una deportación masiva de indocumentados, este lunes se reunieron los cancilleres de dichos países en Guatemala, con la finalidad de unir fuerzas y estrategias en la defensa de los migrantes.
“Hemos coincidido en la necesidad de sumar esfuerzos para transmitir un mensaje de calma y tranquilidad a nuestros paisanos para refrendarles que vamos a estar más cerca que nunca para acompañarlos y defenderlos”, explicó en conferencia de prensa la canciller mexicana, Massieu.
Además, señalaron que el reto principal que enfrentarán será “cómo atender mejor” a sus conciudadanos que viven en el país norteamericano. Y explicaron que reforzarán la presencia consular en diferentes partes de Estados Unidos, ampliarán los horarios de trabajo en los consulados fijos y permanecerán en contacto con organizaciones que defiendan sus derechos.
México, por ejemplo, ya cuenta con un número telefónico de emergencia y Guatemala anunció la apertura de más consulados y la contratación de más personal.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Raúl Morales, explicó que estas acciones no pretenden “oprimir el botón de pánico” porque las políticas migratorias en Estados Unidos no han cambiado, pero “son medidas para estar alerta y prevenir”.
Finalmente, recomendaron a los migrantes mexicanos, hondureños, salvadoreños y guatemaltecos a mantenerse informados, portar sus documentos de identificación, evitar violar las leyes del país y cualquier situación de riesgo.
Según estimaciones oficiales, seis millones de emigrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras radican en Estados Unidos, la mayoría de manera ilegal, mientras que 34 millones de mexicanos viven en nuestro vecino del norte. En total, se calcula que radican en suelo estadounidense 11 millones de inmigrantes.
La deportación es aún más preocupante debido a que la economía de México y la de los otros tres países centroamericanos depende en buena parte de las remesas que los emigrantes envían a sus familiares.
