Claudia Soriano Segoviano. Psicoterapeuta Gestalt y Psicocorporal
Facebook: Psicoterapeuta Claudia Soriano Segoviano
Email: claudiasoriano@hotma
Piensa mal y… ¿acertarás?
“El sol brilla en todas partes, pero algunos no ven más que sus sombras”.
Arthur Helps
Los pensamientos negativos son la tendencia a percibir o esperar catástrofes sin que tengamos motivos razonables para ello, y son la mejor forma para desarrollar preocupación, ansiedad y miedo de vivir. La forma como generalmente empieza un pensamiento negativo es preguntarnos “y si…”, “¿y si chocamos en la carretera?” “¿y si mi pareja me traiciona?” “¿y si me atropellan cuando cruce la calle?... Siempre imaginando la peor de todas las posibilidades en cada situación.
Es verdad que todas las personas tenemos esta clase de pensamientos a veces, el problema surge cuando dejamos que se convierta en algo cotidiano.
Anticiparnos a los hechos puede tener sus ventajas, pues podemos prever los peligros y tomar entonces medidas preventivas. El problema surge cuando convertimos estos pensamientos en nuestro modo habitual de percibir la realidad. La persona que los padece ve peligro y amenazas por todas partes y vive entonces con ansiedad y miedo constantes. El pensamiento negativo recurrente es uno de los principales síntomas de la ansiedad: creer continuamente que todo va a salir de la peor manera posible.
Esos pensamientos negativos crónicos afectan la forma en que nos comportamos y nos hacen sentir temerosos e inseguros. Las personas que habitualmente los tienen, no pueden dejar de imaginar situaciones horribles que podrían ocurrirles a ellas o a sus seres queridos. En muchos casos se despiertan durante la noche y entonces los pensamientos negativos crecen y se multiplican, logrando que cada vez sea más difícil conciliar el sueño.
Imaginar lo peor de manera permanente y vivir con miedo por ello tiene grandes consecuencias negativas para la salud física y psicológica: ansiedad, insomnio, falta de concentración y depresión.
Los pensamientos negativos recurrentes repercuten en la manera en que nuestras neuronas se conectan: mientras más pensamos en algo más vuelve a nuestra mente y se queda fijado.
La buena noticia es que es posible detener estos procesos mentales y aprender a crear una actitud más positiva hacia la vida y hacia el futuro.
Para lograrlo es necesario saber reconocer esta clase de pensamientos, ya que al hacerlo éstos pierden una buena parte de su fuerza. Hacer esto permite también darse cuenta de en qué momento y de qué forma los pensamientos cambian. De esta manera sabremos que si hay un problema grave real, lo mejor es ponerse a trabajar al respecto en lugar de sólo preocuparse y angustiarse.
La base de los pensamientos negativos es el miedo, y la forma más efectiva para vencer el miedo es enfrentarse a él. Vivimos en un mundo de miedo por si ocurre tal o cual cosa y a veces puede resultar no tan sencillo superar uno mismo esa forma de pensar. Si éste es tu caso, lo más recomendable será buscar ayuda profesional.
Como siempre, me gusta conocer tus opiniones y comentarios, así que si quieres déjame tu comentario, y si te gustó el contenido compártelo.
Facebook: Psicoterapeuta Claudia Soriano Segoviano
