Trump, Pedro Infante, Elvis y los mexicanos

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J. Jesús Esquivel

Corresponsal de la revista Proceso en Washington

@JJesusEsquivel

Trump, Pedro Infante, Elvis y los mexicanos

Washington – Son varios ya los colegas mexicanos que se quejan de ser víctimas de ataques cáusticos en redes sociales como Facebook o Twitter y en correos electrónicos personales, por escribir notas periodísticas, artículos de opinión o hacer comentarios en la radio sobre la contienda presidencial en Estados Unidos, que por ahora da como favorita a Hillary Rodham Clinton.

Esta semana, al participar junto con Denise Dresser en un programa piloto para el próximo programa radial por Internet de Carmen Aristegui, el que escribe fue acusado de ser un “vendido” a la “mentirosa y criminal” Hillary Rodham Clinton.

Carmen nos convocó a Denise y a mí para que hiciéramos una crónica y un análisis sobre el debate del pasado domingo entre Clinton y el candidato republicano, Donald Trump.

Los comentarios que dejaron decenas de personas en la página de Aristegui Noticias, en la plataforma You Tube, me dejaron más que atónito, tristemente sorprendido.

“Primero, lo que Trump dijo sobre la mayoría de las mujeres es verdad. Segundo, que centren el debate en esas declaraciones de Trump es para la opinión pública de la masa ignorante norteamericana, y explotar ese hipócrita sentido de moral, que a estas alturas el mundo sabe que dicha sociedad es racista, amoral, materialista, indolente, sádica, indiferente, violenta, etc. Tercero, la vieja arpía esa debería estar presa Ya!!! no cuando gane Trump”, se leía en uno de los 119 comentarios que se escribieron al pie del video sobre el análisis del debate presidencial, al dar los últimos golpes a las teclas y concluir este artículo de opinión.

No me sorprende el nivel misógino del comentario. Me llama la atención que este tipo de observaciones las hagan mexicanos, ¡en México! El análisis y la crónica sobre dicho evento no estaba dirigido a los estadunidenses. Y aun cuando esto hubiese sido así, mis opiniones y las de mis colegas no tendrían la menor influencia en lo que se decidirá el martes 8 de noviembre.

El objetivo de ese ejercicio periodístico era explicar el nivel tan bajo en el que ha caído la elección presidencial. Nunca ha sido el punto favorecer a Clinton. Es una de las peores candidatas a la presidencia por el Partido Demócrata. Muy pocos le creen a Clinton. Sabemos que ella tiene un hambre insaciable de poder. Pero Trump es indefendible. Trump es víctima de sí mismo. Es la vergüenza más grande del Partido Republicano, cuya cúpula, tarde, muy pero muy tarde, se dio cuenta de que su candidato los llevará al fracaso en las elecciones de noviembre y los pondrá en crisis política y de identidad después de éstas.

Los líderes republicanos ya lo están abandonando. En honor a la verdad, qué tontos e ingenuos los líderes republicanos. Tardaron 18 meses en reconocer la calidad y el nivel del candidato a quien abanderaron en julio.

Los comentarios de mexicanos en México, quienes aparentemente respaldan a Trump, me aturden. No los entiendo. Nos acusan de tendenciosos, parciales y vendidos.

¿Qué gana un mexicano en México apoyando a Trump o a Hillary?

No lo sé y no me justifico. Pero nosotros los reporteros vivimos de informar y de opinar en ocasiones sobre algunos temas.

La sorpresa que me brota de manera natural por los comentarios cáusticos a su servidor y colegas, me provoca la necesidad de saber quiénes son estos mexicanos que en México quieren que Trump gobierne un país que no es el suyo. ¿Habrá alguien detrás de ellos? No lo creo. Pensar que son manipulados por intereses creados o por alguien, me llevaría a creer, como ellos, en las falsas teorías de la conspiración.

No lo digo yo ni mis colegas que han sido víctimas de estas críticas y ataques, lo dice la prensa de Estados Unidos: los electores estadunidenses que apoyan a Trump son en su mayoría hombres blancos, con un nivel de educación muy bajo, que nunca han viajado más allá de los confines de su pueblo o ciudad y que siguen creyendo que Elvis Presley está vivo o que la capital de México es Tijuana.

Quiero pensar que los mexicanos que estando en México favorecen a Trump, sí saben el nombre de la capital de nuestro país, o que por lo menos terminaron la escuela primaria y están conscientes de que Pedro Infante murió hace muchos años.

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Comentario 1
  • JJ

    Hola Jesus, no tenia el gusto de leerte, ahora la información es tan vasta, que cuesta trabajo leer todo lo que se publica, lei con atencion tus lineas acerca de la reacción de algunos mexicanos en relación con el programa que citas, desconozco confieso esa participación con Dresser, y refiriéndome únicamente a lo que dices de los votantes que lo harían por Trump, no comparto tu opinión, primero porque ese electorado no es ni tan ignorantes, dices que lo asevera la prensa que tienen un bajo nivel de educación, es mentira por que la mayoría del pueblo norteamericano y sobre todo blanco tiene al menos la high school, la raza blanca ocupa los mejores puestos en la economía norteamericana, otra mentira que nunca han viajado más allá de su pueblo o ciudad, cuando el norteamericano promedio viaja al menos una vez al año sobre todo en el Thanksgiving day, y también son de los que mas viajan alrededor del mundo, hasta aquí refuto los dichos segun tu de la prensa norteamericana, pero lo mas importante es que efectivamente, una parte de los mexicanos que emigran y emigraron a estados unidos, son lacras, incultos, muchos analfabetas, viciosos, y no lo digo sin conocimiento, trabaje para Herman Miller en Michigan cinco años, trabaje en Oklahoma un año, y en San Francisco un año, de tal modo que conozco a la raza, y si bien es cierto que hay mucha gente trabajadora, culta y respetuosa, Trump no se refiere a ellos sino a los que causan problemas, y bien sabes que la gente blanca es la que se queja que vamos los latinos (todos) a quitarles sus trabajos, (como mi esposa, mis hijos y yo), esto es cierto, tanto como nosotros reaccionamos ante nuestros hermanos, estos si, centroamericanos, que ni siquiera se quieren quedar sino están de paso y que hacemos?, los humillamos, los discriminamos nos y nos quejamos, de tal modo que no seamos hipócritas, primero compongamos lo que pasa en México y luego preocupémonos por el otro lado.

    RESPETUOSAMENTE JORGE RODRIGUEZ. NO SALE MI CORREO TE ENVIO EL DE MI HIJA

    Responder
    27 octubre, 2016

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