Tu informe (Margensur)

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Alejandro Saldaña Rosas

Sociólogo. Profesor Investigador de la Universidad Veracruzana

Twitter: @alesal3 / Facebook: Compa Saldaña

Tu informe

 

La realidad no existe si no hay imaginación para verla

Paul Auster

 

Peña Nieto: en mi opinión, tu informe de “gobierno” (comillas que ironizan) ha iniciado mal. No espero nada de tu informe porque los resultados de tu gobierno se viven, se sienten, se palpan, se sufren día con día. ¡Mira que dar tu informe pleno de optimismo justo el día que una vez más incrementas el precio de la gasolina! Pero bueno, tienes que cumplir con la obligación, o el ritual, de entregar tu informe al Congreso de la Unión. Bien, pues ese informe que dictan los protocolos de la burocracia política nacional que debes entregar el 1º de septiembre ha empezado muy mal, por tres principales razones que enlisto a continuación:

  1. En primer lugar porque la promoción del informe es infame, con spots publicitarios acartonados, frases huecas pero pretensiosas, escenografías de set de televisión, actores que no se convencen ni a sí mismos. No es irrelevante elegir un esquema de reality show –o de telenovela- para promover un informe dirigido a la Nación (o lo que queda de ella), puesto que formato es destino. Elegiste un formato promocional esencialmente falso: presumes una cercanía con la gente que es irreal (la cercanía, no la gente, ¿recuerdas la rechifla en la Ibero?), una capacidad de escucha de la que careces, una habilidad discursiva que no tienes y que suples con el apuntador o el teleprompter, una generosidad enhiesta como tu copete. Los promocionales de tu informe no solamente son muy malos, sino ofensivos: supones que los mexicanos somos imbéciles y que tus pastillitas tipo infomercial son suficientes para convencernos de que tu gobierno da resultados positivos, pese a las adversidades. Pues no, no es así. Los spots que grabaste para promocionar tu informe son, en sí mismos, parte de tu informe: artificio, vacuidad, poses, mentiras. Eso sí, tus promocionales promueven la unidad nacional: cambiamos de canal, bajamos el volumen o apagamos la radio mentando madres.
  2. “Lo bueno cuenta mucho” (comillas que indican que la idea no es mía) es la frase promocional que tu equipo de trabajo, tus asesores o tus publicistas (o todos juntos) eligieron para la campaña hacia tu cuarto informe de “gobierno”. No es precisamente una frase que presumiría un hombre de Estado, lo cual hay que reconocer que está acorde con tu condición de presidente del reality show o la telenovela que protagonizas.

            Supongo que tus publicistas, tus asesores y tu equipo de trabajo arribaron a esta “idea creativa” (comillas que ironizan, enfatizo) para tratar de posicionar (horrible verbo muy común en la jerga publicitaria) que a pesar de las adversidades tu “gobierno” tiene logros que son muy importantes. Imagino bien las sesiones de grupos focales o “fucking groups” (comillas pícaras, con guiño) en las que alguien dijo esa frase, o alguna similar, y de inmediato se encendieron las luces de los publicistas: “¡eso es lo que buscamos. Un mensaje claro, directo, optimista”.

            Pues no, error rotundo y contundente. No puedes ocultar con eslóganes optimistas la profunda crisis en que has sumido al país. Crisis en todos los ámbitos: económico, político, de impartición de justicia, en materia de derechos humanos, ambiental, de credibilidad, de confianza. “Lo bueno cuenta mucho”, dices, y aceptando sin conceder (como dicen los políticos) afirmo que “lo bueno” es insuficiente para resarcir el daño que tu administración ha cometido en Ayotzinapa, Tanhuato, Tlatlaya, Nochixtlán, por mencionar tus más brutales violaciones a los derechos humanos. “Lo bueno” que tu “gobierno” ha realizado no alcanza para reparar la ofensa de la Casa Blanca (y por cierto, no te perdono), los departamentos de Miami, la demencial corrupción de todo tu gabinete y tus achichincles, la inadmisible impunidad que hiere a miles, a millones de familias en todo el país. No, por mucho “bueno” que tenga tu “gobierno” y por mucho que eso cuente, el tamaño de la afrenta es muy superior y por eso este país está muy cabreado. ¿Sabes que más del 70% de la población te reprueba?

  1. Dices que “este año va a ser distinto, este año tendré un informe diferente a como normalmente y tradicionalmente se ha presentado”. La novedad de tu informe es que –dices- tendrás un encuentro con jóvenes para “compartir lo que el gobierno ha venido haciendo estos cuatro años” (comillas que indican que la frase es tuya, no mía). ¿A quién quieres engañar? ¡Nadie se traga esa píldora! Si algo ha caracterizado a tu “gobierno”, además de la vacuidad, es precisamente la cerrazón al diálogo, la incapacidad de escuchar, la imposición como principal criterio “democrático”, la villanía en la toma de decisiones trascendentales para el país, la increíble torpeza en el control de daños, la carencia de imaginación para ver y construir la realidad de México.

            No vayamos muy lejos: tu diálogo con la CNTE, a través del violento Nuño y del licenciado patito Osorio Chong, ha sido pura simulación, una simple farsa torpe y peligrosa por cuanto ha costado la vida de muchas personas. No se ha llegado a ningún acuerdo sustancial por tu insistencia –a través del enojado Nuño- de que los maestros deben “someterse” (así dice el Secretario Aurelio) a la “reforma educativa” (comillas sarcásticas en palabras en minúsculas, como la pequeñita reforma).

            Imagino muy bien tu informe: chavos bien portados con alguno que otro de rebeldía entrenada, escenario a modo y bajo control, “protestas” (comillas punzantes) con guion previamente ensayado, preguntas “difíciles” para dar visos de realidad al show, jóvenes acarreados dispuestos a servir de comparsa y de grupo de animación. Y te imagino muy bien en tu sketch: cordial, desenvuelto, desenfadado, inclusive bromista y quizás hasta con matices de hombre instruido. Dirás cifras, aportarás datos, referirás condiciones internacionales sumamente complejas, mencionarás que tu “gobierno” está abierto a la crítica, que has reconocido errores, que has pedido perdón (que al menos yo, no concedo), que no descansas y no descansarás, que irás “hasta las últimas consecuencias caiga quien caiga” (comillas hastiadas del lugar común). Intentarás que las fosas clandestinas abiertas en todo el país queden ocultas por un alud de números e indicadores del éxito de tu “gobierno” en materia de seguridad y justicia. Reiterarás que tus “reformas estructurales” (comillas jajaja) son necesarias para el país y que los beneficios ya llegarán, como lo vienes diciendo desde siempre. Nosotros lo que vemos es más hambre, más soledad, más muertos y más angustia ocasionados por tus reformas.

            Es posible, me atrevo a conjeturar, que tu cinismo llegue a niveles extremos como para aseverar que nunca en la historia de México se había trabajado con tanta transparencia, rendición de cuentas y blablabla.

            Enrique: sabemos que informarás a tú nación, esa construida en los foros de Televisa, en los pasillos de Los Pinos, en las oficinas del Banco Mundial y del FMI. Tu nación hueca, vacía de sentido y de gente real. Bien por ti, bien por tu informe, bien por tu nación.

            Nosotros acá en este México de sangre, grito, rebeldía y enorme capacidad de lucha veremos tu lamentable desfiguro como quien asiste a una mala comedia: con pena ajena y quizás comiendo palomitas.

            Te informo que a propósito coloqué muchas comillas en este texto: úsalas en tu informe. No cometas el error del escritor fantasma que redactó tu tesis.

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Comentario 1
  • Rafael Herrera

    El 80 por ciento de la poblacion quiere que renuncie peña !!!pero por que nom podemos destituirlo!? Falta de justicia en mexico !?

    Responder
    4 septiembre, 2016

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